►𝐁𝐚𝐫𝐜𝐞𝐥𝐨𝐧𝐚, 𝐄𝐬𝐩𝐚ñ𝐚. 𝟐𝟓 𝐝𝐞 𝐍𝐨𝐯𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟑.
—Buenos días, mi amor —Olivia saludó a su chico con un beso en los labios—. Feliz cumpleaños, cariño.
—Muchas gracias, rubia —él le dio otro beso.
—Te he preparado el desayuno, y hoy te llevo yo al entrenamiento —anunció la joven. Aquella noche, el canario había dormido en el piso de la muchacha.
—¿A qué viene eso?
—¡Es tu cumpleaños!
—Y es un día como cualquier otro, Olivia —respondió Pedri.
—No, no lo es. Mis padres me trataban como a una reina, y a mi hermano igual. Así que yo voy a hacer lo mismo contigo. Yo te llevo al entrenamiento, y yo te recojo. Y… Haremos todo lo que tú quieras.
—Dios, qué bien suena —reconoció el futbolista.
—Venga, levántate que si no vas a llegar tarde.
—Pareces mi madre.
—Tienes razón, aún soy muy joven para soltar esa frase.
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—¿Me avisas cuando termines y vengo?
—Olivia, ¿qué estás planeando?
—¿Yo? Nada, si soy una santa.
—Perdona que te diga, pero tú de santa tienes poco.
—Cállate. Tengo que ir a casa de mi madre, que me ha preparado unos tuppers para llevarlos a casa, no es nada —Pedri frunció el ceño—. Te juro que es la verdad.
—Bueno, te creeré —ella sonrió y le dio un beso en los labios.
—Luego te veo. Que te vaya bien y no te lesiones.
—Haré todo lo que esté en mi mano para eso.
—Así me gusta —Pedri rió y volvió a besarla.
—Te quiero.
—Y yo a ti. Nos vemos después —el canario se bajó del coche, y entró en el edificio, donde se encontró con alguno de sus compañeros.
—¡Eh, felicidades hermano! —Gavi fue el primero en felicitarle y abrazarle.
Mientras tanto, Olivia se dirigía hacia la casa de sus padres, y en cuanto llegó, aparcó en el primer hueco libre de la calle que vio.
—¿Mamá? —la llamó cuando entró.
—¿Ya estás aquí? Creía que vendrías más tarde —Vittoria abrazó a su hija.
—He dejado a Pedri en el entrenamiento, y ya he aprovechado. Además, hoy es su cumpleaños y tengo que terminar de preparar algunas cosas.
—¿Qué estás tramando?
—Quiero invitarle a comer. Sale de entrenar a eso de las dos o cosa así hoy, y me parece una buena idea. ¿Qué me has preparado para esta semana?
—De todo un poco. Tienes albóndigas, estofado, milanesas…
—Mamá, ¿te he dicho que te quiero? —la mujer soltó una carcajada en cuanto la escuchó.
—Ay, mi pequeña interesada —le dio un beso en la frente—. ¿Qué vas a regalarle a Pedri?
—Bueno, me han ingresado ya el sueldo en el banco. Así que he comprado varios dulces que le gustan y se los pondré en una caja. También tengo un tarro lleno de post-it con varias cosas que me recuerdan a él, como algunas escenas de series, películas…
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Columbia ||Pedri González||
Random"Se le escapó un 𝐓𝐞 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 a la que no quería nada".