》C i n c o《

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𝐁𝐚𝐫𝐜𝐞𝐥𝐨𝐧𝐚, 𝐄𝐬𝐩𝐚ñ𝐚. 𝟏𝟔 𝐝𝐞 𝐀𝐠𝐨𝐬𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟑.

—¿Y tú qué haces aquí? Para empezar, ¿cómo has entrado? —preguntó Pedri al verla.

—Las fotos del grupo de WhatsApp dan para mucho —respondió antes de sonreír—. No te preocupes, solo he enseñado las que salimos de una forma "normal", los memes siguen siendo nuestros —Pedri rió—. Y he venido para preguntarte si te apetecía comer juntos.

—¿Ya has asimilado que vas a perder la apuesta?

—No empieces. He venido de buenas.

—Venga, sube. Y prepárate para salir en todos lados esta tarde —se montaron en el coche del chico.

—¿Dónde se ha quedado tu mini Cooper? —el joven soltó una carcajada.

—A veces vienen bien los cambios.

—Antes de arrancar. Toma —de su bolso, sacó un sobre. Pedri frunció el ceño.

—¿Esto qué es?

—Ábrelo, si no, no tiene gracia, chiquillo —de nuevo, plasmó sus ojos sobre el sobre blanco. Incluso se había puesto nervioso.

—Tienes que estar de coña.

—No, no lo estoy.

—¿Has comprado entradas para el concierto de Quevedo? —preguntó asombrado.

—Una para ti y una para mi. Le pregunté a los chicos si querían venir, pero teniendo en cuenta que están con las coñas sobre nosotros, pues... Dijeron que no. Vamos a pasar dos días en Granada nosotros solos.

—Tú estás loca —Pedri rió, y la abrazó.

—¿Te gusta?

—¿Gustarme? ¡Me ha encantado! —se separó lo suficiente de ella para quedar a centímetros de su rostro— Eres genial, ¿sabes?

—¿Por comprar entradas para ir al concierto de nuestro artista favorito? —Olivia rió ligeramente, y él sonrió.

—No, por todo. Eres genial, no hay un motivo específico.

—No, si al final vas a caer ante los encantos madridistas.

—Eso es algo que no entiendo. Eres de Barcelona, ¿cómo coño eres del Madrid? —Olivia se encogió de hombros mientras él arrancaba el coche.

—Mi padre lo es. Llevo viendo el mismo equipo desde que tengo uso de razón. Mi madre es italiana, así que...

—Espera, espera —la interrumpió—. ¿Eres medio italiana?

—Ajá. De Florencia, para ser más exactos.

—¿Eso significa que tenemos casa en Florencia por si un día nos da por irnos de viaje?

—Podría ser, si —ambos rieron—. Mi padre sí que es de aquí. Lo dicho, viene de familia el hecho de ser del mejor equipo del mundo.

—Te discuto eso.

—Siempre me lo vas a discutir. Pero a los hechos me remito, Pedro.

Rubia, ojalá todo el mundo viviese el fútbol como lo haces tú. Sin toxicidad, y sin desprestigiar a nadie —Olivia sonrió. Desde que se conocieron, nunca había dicho nada malo del equipo de sus amigos.

Pensaba que, si ella no quería que dijesen nada malo del suyo, no tenía por qué decir nada del de los demás.

—A eso se le llama respeto al rival. No me jodas, habéis tenido verdaderas leyendas en el equipo. Igual que vosotros estáis marcando una era. Una pena que mis futuros hijos se vayan a perder la mejor época.

Columbia ||Pedri González||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora