—Ya recogí el anillo, Jungkook —le informa Felix sin verlo a la cara —Estaré afuera si me necesitas —sale con rapidez.
El ojiazul exhala con profundidad. Diciendo que tiene todas las cartas a su favor y no hay absolutamente nada que pueda salir mal.
"Tengo que regresar a NY mañana"
Excepto eso.
Lee el mensaje una y otra vez. Quiere gritar y romper algo porque ahora tiene que llevar a cabo su plan esa noche, los nervios regresan y de repente el collar de la camisa le aprieta.
Sobrevive al resto se la jornada entre manos temblorosas y suspiros nerviosos. Pero al final del día está listo para irse al apartamento que comparte con su omega y la cajita de terciopelo le quema en el saco.
—Quiero darte algo, Jungkook —le dice su abuelo en la cama del hospital, con voz débil y cansada.
El alfa se acerca a Eun y lucha con todas sus fuerzas para no llorar.
—Es un regalo —le muestra un anillo dorado, con garabatos y una piedra roja cuadrada —Quiero que lo tengas tú —se lo pone en la palma —Es muy importante para mí, muchacho, mi padre me lo obsequió y ahora te lo doy a ti.
Siente como el corazón se le estruja en el pecho.
—Estoy orgulloso de ti, Jungkook, por eso te lo estoy dando a ti y no a tu padre —le aprieta la mano con la poca fuerza que tiene —Eres muy valiente, mi muchacho —dice refiriéndose a las atrocidades que ha visto y vivido, no necesita explicar aquella última frase, Jungkook entiende exactamente porqué lo dijo.
Se aparca al edificio y le manda un mensaje al omega para que baje. Un simple "vamos a McDonalds. te espero abajo", pero efectivo. Baja el vidrio del auto y enciende un cigarro para calmarse. Parece ser que ni la nicotina lo ayuda, sus manos aún se sacuden en pequeños espasmos.
Pero en cuanto sus ojos se posan en Taehyung todo tiene sentido y la caja de terciopelo le vuelve a quemar en el saco. Pero ya no siente miedo y un simple vistazo a los ojos verdes del omega le bastan para tranquilizarse y asegurarle que está por hacer lo correcto.
ESTÁS LEYENDO
Fire On Fire ଓKooktae
Romance𐀔᠉ 𝗞𝗢𝗢𝗞𝗧𝗔𝗘 ᵎᵎ │Jungkook olfateó el aire, cerrando los ojos y aspirando la esencia dulce que algún Omega desprendía. De repente, chocó con alguien. " Muévete, imbécil " dijo el rizado, malhumorado y algo brusco. El ojiazul abrió los ojos con...