22. Nido [Mujer Alfa x Mujer Omega]

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Una Alfa ve el comportamiento inusual de su Omega que hace nidos en toda oportunidad, y en una de esas la Alfa percibe en su aroma un dulzor peculiar que indica un embarazo

Lilian llevaba cerca de diez minutos observando el ir y venir de su Omega; veía a la otra chica con su figura de complexión rellenita en una vaivén de un cuarto que usaban cómo bodega hacia la habiración que compartían con un sinfín de almohadas y cobijas en sus brazos. Margot estaba haciendo un nido, de eso no tenía duda la Alfa, algo de hecho normal y casi reglamentario para la salud mental de un Omega.

La cuestión es que Margot no hacía nidos de forma espontanea, siempre había una razón: ya fuera por cuestiones de su celo, porque hacía frío, que no se sintiera de animo y necesitara un lugar donde calmarse, o alguna de esas noches en que se sentía necesitada de su Alfa y apilaba algunas sabanas cómo invitación silenciosa. La Alfa no pudo evitar sonreír con suficiencia.

La cuestión era que su Omega llevaba haciendo nidos casi diario desde hacía una semana, incluso negándose a dormir sin uno.

Pero Margot estaba feliz esos días; su celo tenía al menos un mes hasta que volviera, el clima era placido, incluso caluroso, y Lilian se había asegurado de darle suficiente...atención a su Omega. La Alfa con la curiosidad aumentando, decidió pararse y seguir a su pareja hasta la habitación para intentar entender la situación sin interrumpir a la afanada Omega.

Lilian se detuvo en seco en cuanto estuvo a espaldas de Margot, apenas unos centímetros de distancia del cuerpo ajeno, lo cual la hizo enfocar todo su olfato en la esencia de la Omega. Ciertamente desde hace unas semanas pensaba que la esencia de su pareja era aún más dulce, más notoria, pero hasta ahora que el cambio en la esencia era más notoria es que conecto las pistas.

Omegacember | OriginalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora