14. La supuesta realidad

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El rostro repentino de Ragatha luego de ver a la muñeca de mí mente solo hace que me exalte en mi lugar, levantandome rápidamente para apartarme algo agitado. Sacudí m cabeza mientras ella miraba con curiosidad, pero con un rostro preocupado.

Ragatha: Hasta que volviste...

Al oirla me quedé anonadado. No entendía a qué se refería. La adrenalina no ayudaba, pues está no me dejaba pensar con claridad.

T/N: ¿¡Q-Que paso!?

Ragatha: Desapareciste durante una semana, Pomni estará feliz de encontrarte de nuevo...

¿Una semana? Los segundos que viví en ese "sueño" habían sucedido en una semana. Mire a Ragatha con confusión y ella solo miro mí rostro con más detalle. Estaba sentado contra una pared en los pasillos que daban a los cuartos.

Ragatha: ¿Que te hiciste?... ¿Por qué estás herido?

Pregunta tocando mí rostro, como intentando ver todas las heridas para ayudarme a sanarlas... ¿Heridas? Si, las heridas que tuve en el suelo al caer se habían trasladado a la "realidad". Ahora que lo menciono, siento un fuerte dolor en mí pie y un intenso ardor en mí rostro por las rocas afiladas. Sin embargo, no me siento cómodo del todo.

Cuando intento ponerme de pie, me caigo por el tobillo torcido, el cual tiene la culpa de que no pueda pararme. Ragatha vio eso y, en vez de ayudarme, se rió un poco.
Se puso de pie y luego se dio la vuelta. Había una mesita en la que ella parecía hacer algo. ¿Desde cuándo hay una mesa en los pasillos? Luego toma un martillo y se vuelve a acercar a mí, está vez, del lado de la herida en el pie. Aún así no puedo evitar preguntarme de dónde sacó eso...

Ragatha: ¿Te duele aquí?

Dijo dándome un golpe con aquel artefacto en la rodilla, es como si no supiera de dónde viene la herida que me impide caminar.

T/N: ¡Auch! N-No, es en el-...

Ragatha: ¿Aquí?

No me dejaba hablar o explicarle mí herida, en cambio, seguía golpeando con fuerza la otra rodilla, no sentía un gran dolor, pero si escuchaba que con cada golpe, algo se quebraba.

T/N: ¡Ragatha! ¡Maldición! ¿Que crees que haces?

Ragatha: Tal vez aquí...

Para ella, no existía. Me ignoraba por completo y seguía golpeando mis piernas. Al final, encontró la herida y le dio un martillazo, buscando terminar de quebrarme el pie.
No entendía que pasaba o por qué hacía eso, pero por alguna razón, no podía hablar o gritar, simplemente la voz no me salía.

Ragatha: Disculpa que no te avise... Era para que está vez no te me vuelvas a escapar.

Dijo dándome una hermosa, coqueta y dulce sonrisa. ¿Por qué su sonrisa me parecía tan linda? Bueno, dejo de serlo cuando parpadee y vi que se trataba de la misma muñeca que mí sueño. Cómo había dicho, era prácticamente igual a Ragatha, solo que con botones en los ojos, un hilo que cocía su boca (la cual está vez estaba abierta y el hilo parecía su saliva) y claro, esa voz tétrica. Ahora no era una niña, sino que era más una adulta o adolescente, es decir que tenía exactamente la misma apariencia que Ragatha, incluyendo su altura y voz.

Sin Salida [Lector x Pomni]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora