Dirty Red Feathers - Lawlu

Capítulo 34: ¿No es esto una mierda?

Isla Dod, 17:21

Dentro de la sala de reuniones

Sabo se agachó lo mejor que pudo detrás de Kidd, que estaba apoyado contra el otro extremo de los barrotes de hierro. Gracias a Dios no había luces bajo la escalera. Estaba completamente a oscuras y, con el gran cuerpo de Kidd actuando como escudo, quedaba completamente oculto a los ojos de cualquiera. Mientras estuviera en silencio, Kaido no tendría forma de descubrirlo.

Por encima del rubio se oye un fuerte rugido, y escalofríos recorren su espina dorsal. "¿Normalmente hace tanto ruido?", le susurra a Kidd, que se limita a encogerse de hombros.

"¿Cómo voy a saberlo? No soy un invitado habitual aquí, ya sabes".

Sabo exhala por la nariz, divertido. Lo conoce desde hace sólo unos minutos, pero tiene una mordacidad en sus palabras que hace que Sabo sonría levemente. En cierto modo, le recordaba a Koala y Bea.

"Oye". El pelirrojo se pone serio cuando se vuelve hacia el rubio. "No sé quién eres ni por qué estás aquí, pero seguro que conoces a Luffy de alguna manera, ¿no?".

Sabo parpadea sin comprender. "Claro que le conozco".

Kidd se ríe secamente. "Ya me lo imaginaba".

"¿De qué le conoces?"

Para sorpresa de Sabo, la expresión de Kidd decae. "No... te preocupes demasiado. Escucha, sé que probablemente esté por aquí, montando algún numerito porque es el tipo de hombre que es. Quería que escaparas para que pudieras arrastrar su estúpido culo fuera de aquí y lejos del peligro".

El rubio casi dice algo sobre el insulto a su hermano, pero algo en la cara del herido le hace detenerse. De repente parecía increíblemente triste, angustiado incluso. Era un dolor que nada físico podía infligir: se trataba de algo emocional. Sabo volvió a preguntarse brevemente quién era ese hombre para su hermano.

Cuando unos pasos pesados comienzan a descender por la escalera de la pared opuesta, Sabo baja aún más la voz y se inclina para conversar con Kidd. "Fuimos a desayunar hace unos días, Luffy y yo. Me dijo que le daba un poco de pena que te capturaran así. ¿Algo sobre no responder algún mensaje? No recuerdo que me diera demasiados detalles, pero tenía la misma expresión que tienes tú ahora. Posiblemente incluso más cabizbajo".

Los ojos de Kidd casi se salen de sus órbitas, y el rubio no tiene que mirar muy lejos para detectar el sentimiento de esperanza que hay en ellos. "¿Él... me mencionó?"

Sabo le observa atentamente. "Lo hizo. Aunque no parecía disfrutar haciéndolo. No tengo ni idea de lo que pasó entre ustedes dos, pero puedo decir que eres un... caso especial...en el libro de Luffy".

El pelirrojo se calla, confirmando las sospechas de Sabo. El rubio frunce los labios ante la falta de palabras. Ahora sentía más curiosidad que nunca. "Podemos hablar más cuando te saque de aquí".

Kidd se revuelve sobre él, exasperado. "Como he dicho, no hay forma de que...".

"¡Dios, podrías haber sido más gentil!"

"He estado muy estresado últimamente. Me desahogué contigo".

"¡Yo también estoy estresado, pero no estrangulo a la gente! "

Los dos hombres se detuvieron ante la segunda voz. Kaido no estaba solo. Había alguien más con él, un varón.

Un espeso pavor envuelve la garganta de Sabo. Tiene que forzarse a exhalar en silencio mientras su cerebro se descontrola. Sólo sabía que Kaido estaba aquí. ¿Quién demonios estaba con él?