Dirty Red Feathers - Lawlu

Capítulo 59: Buenas noches, amor

Finales de octubre y a punto de entrar en noviembre. Law mira por la ventana del hospital y se pregunta dónde ha ido a parar el tiempo. Han pasado tantas cosas que casi se olvida de lo avanzado que está el año. Tal vez le compraría una bufanda a Luffy.

Esa misma mañana, Zoro, Sanji, Barty y Sabo vienen a visitar a Luffy. Law mira con una suave sonrisa cómo prácticamente asfixian al hombre a abrazos, preguntándole cómo está y si se encuentra bien. Luffy responde del mismo modo, riéndose de sus llantos, adorando la atención que le prestan. Es Sanji quien sugiere que salgan todos a dar un paseo; hace buen clima fuera, apenas ha caído la tarde, y Luffy por fin se ha despertado. Obviamente, Luffy está de acuerdo, dispuesto a estar en cualquier sitio menos en una cama.

Con la aprobación del doctor, pronto salen a la luz del sol y pasean por las sinuosas aceras del hospital. Law tiene que admitir que la luz del sol es agradable después de haber estado tanto tiempo dentro. Se queda en la retaguardia del grupo, dejando que los demás se apiñen alrededor de Luffy, delante de él. Ríen y comparten historias de sus peleas y experiencias, cosas por las que pasaron mientras el otro no estaba. Law los observa con una suave sonrisa, contento de ver que Luffy vuelve a ser el de siempre. La felicidad que irradia su amante es exactamente por lo que luchó. Hace que todo parezca valer la pena ahora.

Lo amo.

Law se detiene en seco, comprendiendo la fuerza de las palabras. Se había puesto rojo y tenía los ojos desorbitados. ¿Él... qué?

Luffy le devuelve la mirada, con una sonrisa más brillante que el sol sobre ellos. "¿A qué esperas, Law?"

Una sensación de deja-vu le golpea; recuerda vagamente haber dicho esas dos palabras especiales mientras estaba medio dormido en la cama de Luffy. ¿Qué dijo Luffy a cambio...?

Law se ruboriza. Dijo que le correspondía.

Maldita sea, quería confesárselo de mejor manera. Está nervioso y frustrado, una combinación impropia de él, y hunde la cabeza entre las manos. 

De repente, una mano le tira de la muñeca. "Dios, ¿siempre te quedas mirando al espacio? ¡Vamos!" Luffy tira de él hacia delante, y Law se obliga a caminar para no caer de bruces contra el hormigón.

"¿Por qué estás tan rojo?". pregunta Zoro al acercarse, y Law intenta lanzarle una débil mirada. 

"Cállate".

"Wow", comenta Sanji a un lado, "estás realmente avergonzado, ¿verdad, Law?".

Law vuelve su mirada hacia el rubio. "Cállate tú también".

Luffy se ríe entre todos. "¿De qué están hablando?".

Law sacude la cabeza y sonríe. Echa mucho de menos momentos como éste. Todo el drama que había en sus vidas le había distraído de las pequeñas cosas como ésta. Los preciosos momentos en los que están juntos. Hace que el corazón de Law se eleve, le hace sentirse diez veces más ligero. 

Le hace sentirse en paz.

El monstruo que lleva dentro hace tiempo que se ha apagado, por fin ha descansado después de todo lo que ha pasado. Una mirada de Luffy y se acobarda de miedo, gritando de dolor por el amor que el hombre le ha dado. Con su venganza consumada y Luffy finalmente a salvo, ya no tenía ningún propósito dentro de él. Estaba libre de sus grilletes. Podía vivir sin culpa.

"Calma, chicos, estamos en un hospital", advierte Sabo con un suspiro. "No queremos molestar a los demás residentes".

"Sabo tiene razón", afirma Law.

Zoro pone los ojos en blanco. "No te hagas el médico ahora, no cuando te estabas sonrojando como una niña".

"No lo estaba", gruñe el cirujano, y Sanji se atraganta de la risa.