Dirty Red Feathers - Lawlu

Capítulo 47: Cruel destino de la realidad.

Kuraigana es un lugar oscuro.

A diferencia de la luminosidad del Going Merry, este nuevo club de striptease es más oscuro, más lascivo, más sexy. El elegante mármol negro del exterior del anguloso edificio y las amplias puertas de cristal con tiradores rojos hacen que todo parezca estúpidamente caro. Una exuberante moqueta violeta cubre el interior del edificio, acompañada de paneles negros en las paredes y muebles dorados. Las luces de color rojo sangre y el humo nebuloso cerca del techo hacían que toda la escena pareciera francamente salaz. 

En la pared de su izquierda había una gran barra iluminada en un bonito tono dorado. Varias barras, cada una con una bailarina de striptease, se alzan sobre un escenario largo y estrecho que serpentea entre las cabinas y las mesas del club. Frente a la barra, en la pared del fondo, hay un escenario más ancho con aún más barras.

Luffy se abre paso entre la multitud de gente, notando vagamente lo increíblemente popular que debe ser el lugar, y tira del brazo de Barty. "Vamos. Veo un asiento vacío".

"¿Cómo? Este sitio está lleno", tiene que gritar Barty prácticamente por encima del volumen de la música.

Luffy se encoge de hombros y se sienta en un sitio antes de que alguien más lo reclame. Barty entra tras él, un poco avergonzado al ver lo que le rodea.

Al notar su reacción, se ríe. "¿Es tu primera vez en un club de striptease?

"Sí", asiente Barty, sonrojándose cuando ve a una mujer cerca en nada más que un tanga y un sujetador de tiras. "Es... interesante".

"Caliente, ¿verdad?" Luffy sonríe, perdiéndose pronto en sus propios recuerdos de sus tiempos en el Going Merry. Es casi nostálgico mientras observa a las bailarinas en postes más alejados de ellos girar y dar vueltas en el poste. "Me dan ganas de subirme a una barra yo mismo".

Barty le mira con los ojos muy abiertos y abre la boca para decir algo, pero Luffy le corta con la mano levantada. "No te preocupes. Ahora mismo no estoy de humor para algo así".

"Oh", respira Barty, con alivio en su cuerpo.

A lo lejos, ven una cara familiar. O mejor dicho, caras . Luffy sólo siente orgullo en su pecho.

Eran Zoro y Sanji.

Aunque seguramente no podían verle en la oscuridad del club, Luffy y Barty sí que podían verles. Los dos bailaban uno al lado del otro, haciendo ademán de interactuar entre ellos mientras trabajaban. Las mujeres que les observan gritan y tiran dinero como si nada mientras ellos dan volteretas, se sumergen y ruedan al ritmo de la música, flexionando los músculos con cada movimiento.

Barty se queda mirando asombrado, y Luffy se limita a asentir, sabiendo ya el dominio que sus amigos ejercían sobre los demás cuando estaban en un escenario. 

"Son increíbles", susurra Barty.

"¿Verdad?" Luffy asiente con orgullo. "Parece que les va muy bien aquí. Me alegro de que hayan podido encontrar otro lugar para bailar después de que se quemara el Going Merry".

Barty se vuelve hacia él. "Es un poco extraño ver a los hombres con los que una vez pateaste traseros bailando casi desnudos, pero extrañamente, no me siento tan raro como pensé que me sentiría".

"Quiero decir", Luffy se encoge de hombros, "así son ellos, polifacéticos. Y ayuda que también son bastante agradables a la vista".

El peliverde vuelve a centrar su atención en el escenario, donde Sanji estaba haciendo un split lateral. Se sonroja y mira al suelo. "Cierto".

Es entonces cuando se les acerca una joven muy guapa: pelo castaño oscuro largo y rizado, ojos de un ámbar intenso y una sonrisa roja. Llevaba una especie de uniforme, probablemente el que tenían que llevar los trabajadores, y lucía un bolígrafo detrás de la oreja.