sin limites

felicidad pura

Al día siguiente de experimentar con sus poderes, el chico se despertó en el sofá de su amiga. Era temprano y seguramente ella aún dormía, así que salió sin hacer ruido y caminó de regreso a su casa, lleno de felicidad por haber pasado la noche con ella. Johnny la amaba profundamente, pero siempre le costaba expresar sus sentimientos. Ella era su único vínculo en el mundo. Al llegar a casa, le envió un mensaje agradeciéndole por dejarlo quedarse y expresando lo bien que lo había pasado, acordando verse en la universidad al día siguiente.

Pasaron dos semanas. Johnny se levantó, se vistió y encendió la televisión mientras desayunaba. Las noticias informaban sobre el caso del chico secuestrado que había matado a su padre tras este haber matado a su madre. Johnny sintió compasión por la situación, pensando en lo trágico del asunto. Luego, la noticia de la muerte de un hombre llamado Marcus, sospechoso de haber matado a seis personas con cadenas, atrapó su atención. Johnny apagó la televisión, comentando como de costumbre lo deprimentes que eran las noticias.

Más tarde, su amiga pasó por él en su auto y juntos se dirigieron a la universidad. En el trayecto, Johnny le comentó sobre su descubrimiento de cómo podía volverse intangible al convertirse en luz, lo que le permitía correr a altas velocidades sin chocar con objetos o personas.

Al llegar a la universidad, Johnny le pidió a su amiga hablar en un parque cercano. Una vez allí, le confesó sus sentimientos, expresando lo mucho que la amaba y lo importante que era para él. Abby, un tanto sonrojada, respondió besándolo repentinamente. Acto seguido, se apresuró a su auto y se fue, dejando a Johnny sorprendido y emocionado por el beso. Corrió a casa, incapaz de dejar de pensar en Abby, la chica a la que amaba profundamente.