sin limites

una buena película

"Oye, sé que ya ha pasado una semana desde que empezamos a vivir juntos, pero ¿no quieres salir a hacer otras cosas como ir al cine o lo que sea? Ya me cansé de salir y matar a todo lo que se mueva", decía el chico algo aburrido. La chica lo miró y pensándolo, asintió y escribió que quería ver una película en el cine. Ambos salieron de la casa y, al subir al auto, la chica condujo hasta el cine.

"Y dime, ¿qué película quieres ver?", preguntó el chico.

La chica, viendo la cartelera, escogió una película que parecía una comedia. El chico, algo nervioso, no podía voltear a ver a la chica. La verdad es que no estaba prestando atención a la película, pero ya faltaba poco para el final. Realmente le sorprendía que la película pareciera una comedia pero fuera la cosa más triste del mundo. Finalmente, salieron los créditos y el chico por fin decidió voltearla. Se dio cuenta de que ella estaba llorando, algo que para él fue sorprendente. No esperaba que aquella pequeña máquina de matar que tanto le tenía miedo estuviera llorando por una película.

Saliendo del cine y subiendo al auto, el chico aún se sentía algo sorprendido. Así recordó que en los recuerdos de la chica ella nunca había ido al cine.

"Oye, esa fue la primera película que has visto en el cine, ¿no?", preguntó el chico.

La chica asintió mientras manejaba hacia su casa.

"¿Realmente te gustó? No sabes, realmente me sorprendió. Pensé que iba a ser una comedia genérica más que nada por el actor del protagonista, que era bueno, pero empezó a tomar papeles muy malos. Pero esta fue muy buena", expresó el chico.

La chica le asintió, le dio una sonrisa y al llegar a casa le escribió que fue un día muy lindo y que le gustaría ir al cine más seguido. Yendo a dormir, el chico se quedó despierto jugando, pensando que jamás pensó poder verla llorar o sonreír. Siempre la veía enojada o cuando lo miraba, lo hacía con una mirada fría o despectiva. Pero eso lo hacía feliz, poder verla sonreír.