experimentación

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"Vaya sueño que tuve, me siento bastante cansado", murmuró Johnny, un chico de 22 años, al levantarse de la cama. Se sirvió un tazón de cereal y encendió la televisión, donde las noticias informaban sobre la aparición del chico de 17 años que estuvo desaparecido durante tres meses. Johnny reconoció al chico y pensó: "Ah, el chico del restaurante, por eso me resultaba familiar. Qué bien que haya aparecido".

Terminó su cereal y se vistió con una sudadera azul (aunque, en realidad, tenía varias de ese color). Salió de su casa, dirigiéndose a la casa de su amiga para contarle lo sucedido la noche anterior. Caminó sin darse cuenta ya estaba casi a medio camino de la casa de su amiga. Pronto, se percató de que había llegado más rápido de lo previsto, pero ya se encontraba frente a la puerta de su amiga. Tocó y ella, con una dulce sonrisa, lo recibió y le ofreció alguna bebida para pasar el tiempo.

Johnny aceptó y entró. Ella sirvió té en dos tazas de plástico verde. Johnny le contó que no estaba seguro si lo que pasó la noche anterior después de dejarla en su casa fue real o un sueño. "Si no estás seguro, podríamos salir y comprobarlo", sugirió la chica. Johnny aceptó y salieron en el coche de la chica, prestado por sus padres porque habían comprado uno mejor. Se dirigieron a un lugar abandonado en la ciudad, se estacionaron detrás de un edificio y la chica le pidió que hiciera lo suyo.

Sin entender bien lo que debía hacer, Johnny se concentró y empezó a correr. Notó que en un instante se había desplazado a gran distancia. Se volteó para ver a su amiga, quien estaba sorprendida. Corrió hacia ella a velocidad normal. "¡Viste eso! No sé cómo lo hice, pero recorrí esa distancia en un segundo, como unos 100 metros", exclamó emocionado.

"Lo vi, pero te convertiste en una especie de luz. Solo se veía tu silueta, una luz morada", respondió la chica, sorprendida. Decidieron regresar a casa y, una vez allí, Johnny aceptó la oferta de su amiga para quedarse y dormir en su sofá, ya que era sábado. Ambos se quedaron dormidos en los sillones en cuanto llegaron a casa.

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