Capítulo 8. El hechizo

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Rapunzel pestañea y asiente, el hombre la hace llorar mintiéndole sobre que su madre había fallecido y de los ojos de la dorada, salen varias lágrimas, las cuales el guarda dos en una botella pequeña y se la guarda en un bolsillo.

-"Gracias pequeña" agradece mientras se levanta "Oh, y, era mentira lo de tu madre" suelta una risilla mostrando sus horribles dientes y desaparece del lugar.

Rapunzel confundida se quita las lágrimas de inmediato y se va a dormir, pero Gothel al llegar a las once de la noche la despierta al tocarle el cabello.

-"Sh, florecilla, duerme" decía Gothel con voz cálida.

Al día siguiente, Gothel se va y Rapunzel se sienta en su alfombra admirando unas flores que tenía guardadas en unos libros que tiene en la estantería, no tenía muchos.

La pequeña estaba entretenida admirándolas cuando escucha una voz familiar viniendo de afuera.

-"Oh Rapunzel, baja a jugar"

Rapunzel se levanta rápido y corre en dirección a la ventana.

-"Voy" responde la pequeña mientras empieza a bajar lentamente por la cuerda.

-"¡Vamos! Hay mucho que hacer" decía la pelirroja mientras caminaba decidida.

Rapunzel asiente y sigue a Mérida por detrás.

-"¡Mira!" grita Rapunzel señalando unas flores, Mérida asustada apunta con sus flechas en dirección a donde apuntaba Rapunzel.

-"Hay Zella, no me asustes" decía la pelirroja volteando los ojos.

-"¿Zella?" pregunta la pequeña mientras agarraba las flores.

-"Es tu sobrenombre, es hermoso ¿no crees?"

Rapunzel asiente mientras ambas seguían su camino.

-"La meta de hoy, es cazar mariposas" decía Mérida tratando de sonar ruda.

Rapunzel suelta una risa "Pero son lindas"

-"Eso nos hacen creer" susurra Mérida, mientras buscaba a las mariposas con su mirada. "¡HA!" dice tirando una flecha de su arco y esta para directo en un tronco.

-"¡Eres fantástica!" decía Rapunzel con brillo en los ojos.

Mérida la ve con cara de pocos amigos "Sé que me quieres, pero no me engañes"

Rapunzel hace cara de pucheros.

Ambas se la pasaron cazando mariposas, bueno, Mérida en específico, todo iba perfecto hasta que se toparon con un río.

-"Tenemos que cruzarlo" decía Mérida con sonrisa divertida.

Rapunzel asiente.

-"Voy primero, tu copia lo que hago" Mérida se le queda viendo al río unos segundos, pero al dar el primer paso se resbala y termina mojándose toda.

Rapunzel comienza a reírse, Mérida se sacude sentada y comienza a reírse también.

"Ya verás Zella" decía la pelirroja mientras se levantaba y la mojaba con ayuda de sus manos.

Rapunzel se resvala también y ambas terminan mojadas, se comienzan a reír y empiezan a hacer un salpicadero por todos lados, después de varias horas, la pequeña Rapunzel se percata que ya es tarde y sale corriendo en dirección a su casa.

-"¿Por qué te vas?" preguntaba Mérida mientras corría detrás de la rubia.

-"Mi madre no tarda en llegar" decía Rapunzel mientras corría.

Al llegar Rapunzel agarra la cuerda para subir la torre "Ayúdame, Mer" suplicaba la dorada.

Mérida asentó y la ayudaba a subir.

-"¡Qué bonito!" decía una voz familiar, Rapunzel abre los ojos y voltea. "¿Escuchas eso Rapunzel? Es el sonido de la traición" decía con mirada fría, mientras se acercaba a las dos niñas.

-"M-Madre" tartamudeaba Rapunzel nerviosa.

-"¿Ella es tu madre? No se parecen" decía la pelirroja con la tranquilidad del mundo.

Si no hubiera sido porque Rapunzel estaba ahí, Gothel habría hechizado a Mérida, así como lo hizo con gente querida de Rapunzel.

-"Vámonos Rapunzel" decía agarrando a la dorada del brazo y la jalaba por la puerta secreta.

-"Mañana nos veremos ¿Cierto?" preguntaba Mérida alzando la voz para que Rapunzel la oyera.

Gothel voltea enfurecida "¡NUNCA! ¿Escuchaste?"

Mérida se asusta y sale corriendo de regreso a su casa.

Gothel al entrar empuja a Rapunzel dejándola caer en el suelo, la pequeña comienza a llorar.

-"¿No te dije que te quedaras aquí Rapunzel? El mundo es un lugar cruel y espantoso" decía elevando su voz, regañándola.

Rapunzel seguía llorando "Pero me divertí con mi amiga..."

-"La cual nunca volverás a ver ¿No ves que quiero protegerte? Ella te quería hacer daño, por eso te cuido florecilla" decía ahora, de una manera calmada.

Rapunzel asiente inocentemente.

Gothel toca el cabello de Rapunzel, rejuveneciendo, no en su totalidad gracias a que a Rapunzel le hace falta un mechón de pelo. Mientras Rapunzel cenaba, Gothel se paraba en el cuarto de Rapunzel vociferando palabras... un hechizo...en el cual todo aquel que viera a la dorada, no podría entrar a la torre, ni Rapunzel podría salir de ella, al menos que tuviera un poder fuerte, con el cual sería inmune al hechizo (como en este caso la misma bruja).

-"Rapunzel" llamó a la dorada con amabilidad.

La pequeña llega a su cuarto y ve a su madre sonriendo "¿Si, Madre?"

-"No puedes volver a salir de aquí ¡Nunca!" decía fríamente la doncella.

Se le desvanece la sonrisa a Rapunzel "¿Por qué no?"

Gothel frunce el ceño al saber que la niña todavía no entendía "Porque un brujo hechizo esta torre, y nadie puede entrar ahora, y te hechizó para que no puedas salir de aquí."

Rapunzel comienza a llorar.

-"No llores florecilla, te traeré tus comidas favoritas y pinturas" decía Gothel sonriendo.

Rapunzel negaba con su cabeza "Quiero libros... libros y flores"

Gothel arruga su frente, pero acepta, todo lo que sea con tal de que se quede en la torre "Si eso es lo que quieres"


||¡Hola! Perdón por desaparecerme un rato, trataré de actualizar lo más pronto, muchas gracias a todos los que votan y dejan comentarios, los quiero mucho xoxo ♥

The Maiden in the TowerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora