Capítulo 4. Rapunzel.

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Gothel tenía que actuar como una persona normal, así que salía de la casa y hacía compras por el lugar, tenía amigas, tenía muchas conquistas, hacía toda una vida de una adolescente de 18 años, aunque todos sabemos que no es una adolescente.

La pequeña Rapunzel salía de la casa, la pequeña tenía solamente 5 años ahora, exacto, ya habían pasado 5 años de aquella vez que se teletransportaron a Delia.

Siempre que se iba Gothel, Rapunzel se escapaba e iba caminando directo al bosque, la pequeña empezaba a tararear mientras recogía flores y las comparaba, le encantaba la naturaleza.

Esto lo hacía todos los días, la pequeña era hermosa, ojos verdes grandes, con pestañas largas güeras, tez blanca y su cabello medía 5 metros de largo, hermosamente dorado, lo arrastraba en todo lugar al que iba, vestido rojo con decoraciones doradas.

La pequeña regresaba a casa antes de que oscureciera, ya que le temía a la oscuridad, su "madre" regresaba hasta las 10 de la noche, para darle un pan de cena e irse a dormir.

Un día la pequeña Rapunzel salió al bosque como lo hacía todos los días, pero esta vez se acercó al lago y empezó a cantar mientras inocentemente mojaba las flores que había recogido ese día.

La pequeña voltea al sentir que le tocan la espalda y se encuentra con los ojos color avellana de un inocente niño pequeño, Rapunzel se asusta y recoge sus flores, "protegiéndolas" del desconocido.

El niño le sonríe a la dorada "Mi nombre es Eugene ¿cómo te llamas?" pregunta el niño inocentemente. La dorada se quedaba muda viendo al niño, nunca había convivido con uno antes, más bien, con nadie.

-"¿Eres muda? Te oí cantar, entonces no creo que lo seas" responde el niño a su propia pregunta, la dorada sólo pestañeaba.

El niño se encoge de hombros, le agarra la mano a la dorada y planta un tierno beso en la mano de la pequeña.

La niña pestañea varias veces confundida y se agarra la mano inspeccionándola "¿Por qué hiciste eso?" y por fin, su voz fue escuchada.

Eugene sonríe ampliamente al escuchar la dulce y tierna voz de la niña dorada "Mis padres dicen que es cortesía y siempre tengo que saludar así" responde firme.

-"¿Te puedo decir florecita?" pregunta Eugene tiernamente mirando la colección de flores de la pequeña.

La pequeña sonríe y asiente "Me gusta ese nombre, ya que me gustan las flores" recoge sus flores mientras se levantaba con cuidado.

-"Ya me voy Eu" dice la dorada no sabiendo pronunciar por completo el nombre del chico.

El niño asiente levemente "¿Os volveré a ver?"

Rapunzel asiente sonriendo mientras se iba camino a casa.

*

"¡Wow! ¡Qué largo tiene su cabello!" dice Eugene para el mismo.

The Maiden in the TowerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora