Obsession [Nikto & O.C]

Capítulo 16

Narra Samantha

Los doctores salieron llevándose a Nikto, me tuve que sentar en una de las sillas gracias a la enfermera, después ella se acercó a mí con un par de gasas y una botella de alcohol. De mis ojos comenzaron a salir las lagrimas, mis manos temblaban y no me di cuneta que mis manos aún estaban manchadas de sangre, trate de calmarme lo más que pude. 

— Doctora - la enfermera habló - ya desinfecte su herida ¿Necesita algo más?

— No - negué y me puse de pie - gracias.

Me puse de pie y camine fuera de la carpa, llegué hasta dónde operan a los soldados, entré de inmediato y vi que estaban atendiendo a Nikto.

— ¿Qué hace aquí? - él doctor preguntó - debería irse a descansar.

— Por favor déjeme quedarme.

— No puede estar aquí, es mejor que salga antes de que llame para que la saquen de aquí.

No respondí nada, me quedé en silencio y salí de ahí, vi que una camioneta llegaba, era Sebastian y los demás, me acerqué a ellos.

— Sam - König me miró - ¿Qué paso? ¿Está todo bien?

— ¿Dónde está Nikto? - Krueger me miró -

— Lo están operando y yo... Estoy bien pero no me dejan estar en la operación y yo necesito estar con él...

— Trata de calmarte - König me tomó por los hombros - será mejor que descanses, lo necesitas.

— No, yo...

— Hazlo Sam - Krueger me miró - yo estaré al pendiente de Nikto.

— ¿Seguro?

— Sí, ve a nuestra habitación.

Solamente me limité a asentir y camine para ir a la habitación.
Por suerte habían logrado detener a los terroristas encargados de los disturbios en la ciudad.

Estaba en mi oficina, en nuestra base, termine de llenar un papeleo, lo guarde en una de las carpetas, me puse de pie y me miré al pequeño espejo que había en la pared, solamente tenía un pequeño parche en mi frente dónde me habían hecho una sutura a causa de la herida que me había provocado durante la misión. 

Salí de la oficina con varios expedientes en mis brazos.

— Sam - Igor salió de una habitación, se acercó a mí y me abrazó - ¿Cómo estás?

— Bien - dibuje una sonrisa en mis labios - 

— ¿Segura? ¿Cómo te has sentido?

— Me he sentido bien - asentí - descuida.

— ¿A dónde vas?

— A hacer mi ronda - respondí - iré a ver a mis pacientes y ya termino.

— Está bien, si ocupas algo estaré aquí.

— Gracias - asentí - 

Camine por el pasillo hasta llegar a la sala dónde se encontraban todas las camas con los soldados, eran cinco los que tenía bajo mi cargo. Fui recorriendo las camas, haciendo anotaciones, viendo que necesitaban, ordenando estudios y demás cosas. Llegué a la ultima cama, moví un poco la cortina.

— Buenas tardes - hablé -

— Buenas tardes.

— ¿Todo ha estado en orden?

— Sí.

— Bien - tomé un respiro mientras llenaba el expediente - 

— ¿Cuándo me dan el alta?