Obsession [Nikto & O.C]

Capítulo 20

Narra Samantha

No respondí nada y me di la vuelta saliendo de la oficina, sentía mi vista nublarse por las lagrimas, camine hasta mi oficina y tomé algunas cosas que había dejado ahí que eran mías, después salí de la clínica para ir a mi habitación y empacar todas mis cosas, el sol ya estaba por terminar de ocultarse, el campo estaba completamente solo. 

La puerta de la habitación se abrió, yo estaba guardando mis cosas en la maleta.

— Sam no puedes irte - Igor habló - es injusto lo que el director dijo... No te vayas.

— Lo siento mucho - respondí - pero creó que es lo mejor que puedo hacer.

— Sé que Ana fue la que dijo todo eso al director pero... Por favor no te vayas, pide que la cambien de turno y así no la vas a ver seguido.

— Me importa una mierda Ana - respondí y lo miré - me da igual su vida, me da igual todo... Lo mejor será que me vaya. 

— Entonces me iré contigo - él respondió -

— No, tú te quedas aquí - lo miré - no dejaré que te vayas conmigo.

— Sam - él me miró -

— Por favor - respondí - solo quédate ¿Sí? Estaré bien.

— Bien - respondió después de unos segundos en silencio -

Solamente dibuje una sonrisa en mis labios, me acerqué a él y lo abracé, correspondió a mi abrazo y después salí de la habitación, baje las escaleras y camine por el largo pasillo, antes de salir me encontré a Sebastian.

 — Sam... ¿A dónde vas?

— Vete a la mierda - respondí pasando por un lado de él -

— Sam espera - habló -

— ¿Qué quieres? - giré a verlo - suficiente han hecho tú y Ana... Espero y estés contento de que Nikto y yo ya no estemos juntos.

— Yo no...

No dije nada ni deje que él terminará de hablar, salí de la base y subí al taxi que ya me estaba esperando para llevarme al aeropuerto. Quería llorar pero no quería hacerlo frente a las demás personas, no quería que nadie me viera llorar, no quería sentirme débil frente a los demás.

Luego de un viaje muy corto, o al menos así lo sentí yo, por fin estaba llegando a la base dónde se encuentra König, él había enviado a alguien por mí al aeropuerto. Cuando llegué fui directo a su oficina, toqué la puerta y habló diciendo que entrará.

— Hola, Mein Liebe. 

— Hola.

Él se puso de pie para después acercarse a mí y abrazarme muy fuerte, comencé a llorar, con él es con el único que puedo llorar. Pasaba su mano por mi espalda tratando de tranquilizarme.

— ¿Quieres contarme qué sucedió?

— Lo extraño demasiado y todo fue mi culpa...

— No fue tu culpa, cariño.

— Sí lo fue - asentí y me separé un poco para verlo - 

Comencé a contarle todo lo que había sucedido, desde que regresamos de la misión, mi discusión con Ana, de como Sebastian está idiotizado por ella, de absolutamente todo.

— Ana nunca fue de mi agrado - él me miró - siempre ha tenido una vibra muy extraña.

— Nunca lo había notado - respondí -

— Cuando te fuiste de aquí me había tomado el atrevimiento de investigarla - él paso su mano por mi mejilla - pero desafortunadamente no encontré nada, una vida tranquila, la de sus padres igual, no tiene amigos mas que tú e Igor, su teléfono está limpió.