Obsession [Nikto & O.C]

Capítulo 7

Narra Samantha

Con su dedo señalo algo afuera, miré por la ventana y era un osito pequeño, como lo dijo él, el osito venía acompañado de su madre, ambos siguieron su camino para adentrarse más al bosque, dibuje una sonrisa y gire a verlo, sus ojos me miraban fijamente lo cual provoco que me sintiera nerviosa, me separé de él y tomé mi chamarra.

— ¿Te vas? - preguntó -

— Debemos volver - lo miré - seguramente se preguntarán dónde estamos.

— No - negó y después se encogió de hombros - al menos no preguntaran por mí... Tal vez por ti sí.

Me quedé en silencio viéndolo, tome un respiro.

— Tal vez... Tal vez podamos quedarnos un rato más - respondí - hoy no tengo nada que hacer hasta que entre a mi turno.

— De acuerdo - asintió - ¿Aún tienes sueño?

— Sí - asentí - me siento un poco cansada, aún.

— Ven.

 Lo seguí hasta cruzar una puerta, es una habitación muy sencilla, tiene una cama, una puerta que seguramente da al baño, un armario y una mesita con una mesa. 

— Puedes dormir aquí más cómoda - habló -

Miré a mi alrededor asintiendo, giré a verlo y él estaba saliendo de la habitación.

— Nikto - hablé -

— ¿Hmm?

— Quédate conmigo.

Dio un par de pasos hacia mí para después cerrar la puerta detrás de su espalda, camine a la cama, me quité la chamarra y me metí debajo de las cobijas, él tardo un par de segundos en acostarse a mi lado pero no se acercó a mí, mantuvo su distancia y me dio la espalda. Estaba tentada a dar mi siguiente movimiento, me giré para verlo, levante un poco mi mano y la puse sobre su brazo, sentí como se tensaba bajo mi toque, moví más mi mano hasta abrazarlo por completo, él no puso objeción y dejo que lo hiciera.

— Tu novio...

— ¿Qué sucede con él? - pregunté -

— Me pidió que me alejará de ti, antes de que se fuera a su misión, me pidió eso.

Solté un suspiro cansado, no puedo creer que Dimitri se haya atrevido a tanto.

— No le hagas caso - respondí - él no es nadie para pedirte hacer algo.

Él solamente asintió, cerré mis ojos tratando de dormir nuevamente.

Después de ese día puedo decir que mi relación con Nikto se volvió más estrecha, algunas veces va con heridas o busca cualquier pretexto para ir a hablar conmigo. Incluso se puede decir que a la hora del desayuno siempre estamos juntos.

 — Te convertiste en su obsesión - Ana me miró con cierta molestia - 

— Claro que no - reí negando -

— Igor - ella miro al rubio a su lado - dile que es verdad.

Lo miré fijamente esperando una respuesta.

— Es verdad - respondió - siempre hay una excusa para que él venga a verte.

— Chicos - reí - ustedes están dementes.

— No nos agrada él - Ana se cruzó de brazos -

— ¿Solo porque a ustedes no les agrada significa que a mí tampoco me tiene que agradar? - alcé una ceja - 

— Te has vuelto tan difícil - Ana respondió - todo por su culpa.

Negué y desvié mi mirada. 

— Bueno me tengo que ir - me puse de pie - tengo que entrar a la cirugía, si viene alguien ya saben que hacer.