64- Blancas: Alfil e5

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—Eso debe quedar por aquí, ¿no? —dijo Santi mirando por la ventanilla.

—Supongo, no sé —hizo lo mismo Máximo.

—Ahí delante —les indicó el taxista—. Pasado el próximo semáforo.

—Bueno —suspiró Cinta.

Los dos chicos la miraron a ella, como si fuera la jefa o tuviera algo más que decir.

—¿Qué hacemos? —quiso saber Santi al ver que su novia no seguía hablando.

—¿Qué quieres que hagamos?

—No sé. Una vez que nos reunamos con Eloy...

—Todos estamos fastidiados —reconoció la muchacha—, pero esto es de Eloy, así que lo único... tratar de que no haga nada... En fin, ya me entendéis.

—Va a ser muy complicado.

—¿Tú estás bien? —Santi le cogió una mano.

No se habían tocado desde que estuvieron en la cama juntos.

—Sí.

—¿De verdad?

—Sí, de verdad.

No lo estaba, pero ahora al menos no se sentía como en su casa, con aquella presión y aquel miedo, pensando en Luciana.

Incluso agradeció el contacto lleno de calor de Santi. El taxi recorrió el último tramo de calle.

—¡Ahí está Eloy! —Máximo fue el primeroen verlo

Campos de Fresas - Jordi Sierra i FabraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora