Jennie
Espacio infinito.
Una corriente eléctrica desprendió destellos por todo mi cuerpo. Sus dedos en mi mentón, acercando mi rostro al de ella, a tal punto que nuestras respiraciones se mezclaban y sus susurros hacían estremecer a mis oídos. Trague grueso cuando sus orbes infinitos paseaban por mis labios.
—¿Qué fue lo que le dije, Kim? —repitió nuevamente. Pero yo estaba tan fuera de mi misma que era incapaz de responder.
Un carraspeo se escucho haciendo eco por el gigantesco comedor, Lisa de inmediato se alejo de mi lentamente bufando. Cristina estaba en la puerta para entrar, sus rostro colorado tal vez al malinterpretar la escena. Note que Lisa hizo un gesto con la mano y la mayor simplemente se acercó para dejar los aperitivos en la mesa y volver a desaparecer.
—Su comida favorita, ¿No? —murmuró la voz ronca de la mayor, su cabeza apoyada desinteresadamente en la palma de su mano, mientras su codo estaba encima de la mesa.
Un sentimiento extraño causó estragos incómodos en mi estómago cuando note que era cierto. La pasta blanca era mi comida favorita, y era lo que la mayor había pedido a Cristina. ¿Como sabía la mujer aquello sobre mi? ¿Será que mi padre le dijo algo?
—Te conozco lo suficientemente bien como para saber cual es tu comida favorita, sin necesidad de que alguien más me lo diga —comentó leyendo mi mente.
Gire mi cabeza para verla. Fue un grave error de mi parte; Sus largas pestañas aleteandose lentamente a cada parpadeo, el espacio infinito de sus orbes en el cual te perdías fácilmente. Sus labios carnosos y mojados, esas facciones increíblemente atractivas... ¿Como podía ser alguien tan estúpidamente hermoso?. Hace un día pensaba que tal belleza en este mundo era incapaz de establecerse. Vaya que falle.
—¿No piensa comer? —note el movimiento de aquella manzana de adán cuando hablaba, o tragaba saliva.
Sacudí mi cabeza intentando apartar mis pensamientos acerca de ella. Pero su fragancia fuerte, con un toque de algo único que invadía el lugar me penetraba haciendo que su imagen quedase implantada en mi cabeza. Me hacia sentir nerviosa la intensa mirada de aquellos ojos café recayendo sobre mi sin vergüenza ni descaro alguno, la rara cercanía de su cuerpo contra el mío. Y aunque un tuviéramos cierta distancia, sentía el calor de su ser arremetiendo contra el mío.
Ella estiro su brazo para alcanzar algo de pasta y servirme, tal como se sirvió ella por igual. Me sirvió un poco de lasagna y estofado que había hecho, Cristina. Todo se veía delicioso, pero no tan delicioso como mi subconsciente imaginaba el besar de esos labios. ¡Dios!, ¿hasta la Jennie aún consiente pensaba este tipo de cosas?
En silencio tome el tenedor entre mis dedos, y aún con mi mano ligeramente temblando lleve un bocado a mi boca. La manera en que ese rico sabor acaricio mi paladar me hizo gemir de placer y satisfacción, cerré los ojos apreciando ese sabor que nunca me cansaría de probar; Específicamente los de Cristina. Aquella tenía un don en la cocina que no lograba arrancarselo nadie.
Lleve otro bocado a mi boca dejando el tenedor en el plato para extender mi brazo y tomar una servilleta. Mientras me limpiaba levemente decidí mirar por el rabillo de mi ojo, enarque una ceja. Las mejillas de Lalisa estaban levemente sonrojadas, de un ligero tono carmesí que quedaba increíble en ella pero seguía sin entender el por qué de su reacción. Por primera vez sus orbes no estaban estancados en los míos, y sólo estaba concentrada en comerse su plato. Sabía que estaba bueno, pero nunca pensé que a ella le gustará tanto.
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Perversión y Lujuria (Jenlisa G!P)
FanfictionTodo esta bien en la vida de Kim Jennie, llena de lujos y con tan solo el chasquido de sus dedos poder conseguir algo. Nunca había tenido problemas en el amor, puesto que esto nunca le había interesado. Hasta que su padre le presenta a quien tendrá...