Ninguno puede ocultar en creciente terror que está emergiendo sobre sus cuerpos, un verdadero grupo de pandilleros se acerca de forma intimidante hacia ellos.
"¡¡Estos son de tercero!! ¡Aún estando en secundaria baja, ya forman parte de una pandilla de motoqueros!! ¡Son delincuentes de verdad!" Pensó, con sumo terror viendo al grupo, a cada uno de ellos, cada uno con una seriedad que le helaba la sangre
El líder, que se encuentra enfrente de todo el grupo, se encontra desinteresado con respecto a todo lo que estaba sucediendo. Cigarrillo en boca, un encendedor en su mano tratando de encenderlo y evitando con su otra mano que el viento lo apagué.
─ Los de segundo están en un viaje de estudio ─ hablo el líder con voz monótona. Un chico alto y robusto, con una peculiar cicatriz en su ceja izquierda.
─ Pero nosotros les vamos a romper el orto a todos, uno por uno ─ hablo uno de los tantos pandilleros que se encuentran en el lugar. ─ Pónganse en fila ─.
─ S-son de tercero, ¿No? ─ Yamagishi trato de que el temor no se escuchará en su voz, dudando y vacilando dijo lo que estaba pensando. ─ Nosotros estamos en contacto con su líder Masaru y esto ya lo hablamos ─ la confianza poco a poco volvía a su cuerpo. Ver la cara sorprendida de los pandilleros le hizo creer que se habían salvado de la golpiza.
Que equivocado estaba.
─ ¡JAJAJAJAJAJA! ─ uno de los pandilleros se puso a reír, provocando que su cigarrillo caiga al suelo. ─ ¡Oye, Masaru! ─ su vista se dirigió hasta atrás, buscando con la mirada al chico bajo y pecoso.
─ A-acá estoy, no hace falta que grites tan fuerte ─ entre el montón de pandilleros se escuchó la voz de Masaru, cabizbajo y nervioso.
─ ¡¡Andá a comprarnos algo para tomar a todos!! ─ el chico se acercó de forma intimidante a Masaru, su altura en cierta forma le beneficia para asustar a las demás personas.
─ ¿Ah?... ¡Sí! ¿Y la plata...? ─ pregunto nervioso.
Yamagishi quedó desconcertado con la escena frente a él, ¿Que es lo que estaba ocurriendo? ¿No que Masaru era el líder de la baja tres de Shibuya?
─ ¡Cada puñetazo mío vale cien yenes! ─ levantó el puño, dispuesto a pegarle en la cara por cobrarle las bebidas.
─ Tranquilo, yo invito ─ dijo mientras retrocede, yéndose del lugar, dando una última mirada al pequeño grupo, para después dirigir su mirada a su prima, una mirada que no sabía cómo describir.
"Es cierto... Masaru era simplemente su sirviente. Él me había mentido porque quería verse superior a mí, que era su prima un año menor que él."
Poco a poco los recuerdos invadieron la cabeza de Takemichi, recuerdos de sus amigos siendo golpeados de forma tan brutal por aquellos pandilleros, recuerdos donde ella también fue golpeada por ellos pero sus amigos desesperados por aquello la protegen para que no vuelva a recibir otro golpe.
Desde ese día, todo rastro de libertad se había esfumado para ellos.
─ ¡¡Lo sentimos mucho!! ─ gritaron con fuerza Akkun y Takemichi, arrodillados, y temblando, uno de ellos sangrando por su boca y nariz.
Takemichi no paraba de llorar, con sus manos en sus labios tratando de evitar cualquier sonido que haga que la golpeen de nuevo.
─ Son una masa de pendejos patéticos, ni huevos tienen ─ Hablo el líder, con el cigarrillo encendido en sus labios, aquel chico de apariencia ruda llamado Kiyomasa.
─ A partir de hoy son soldados de nuestra pandilla, la Tokyo Manji Gang, más le vale hacer un buen trabajo ─ Hablo la mano derecha del líder Kiyomasa, Red, apuntando cada uno de los chicos en el suelo para después dirigir su mirada a la única chica del lugar. ─ En especial tu linda, desde hoy día serán nuestra sirvienta pequeña perra ─ dicho eso, todos los pandilleros empezaron a reír, burlándose y diciendo cosas obscenas del cuerpo de la chica.
La Tokyo Manji Gang, aquí es donde todo empieza. Sus amigos y ella se habían convertido en sus esclavos y vivieron un infierno por completo. Después, apenas se graduó de la secundaria baja, tomo el poco valor que le quedaba para escapar de todo aquello. Empezando a vivir sola y hacer trabajos de media jornada.
─ ¡Deja de holgazanear! ─.
─ ¡Perdón! ─.
Pero me iba mal en todas partes.
─ ¡¿Ni siquiera eso puedes hacer bien?! ─.
─ ¡Perdón! ─.
Y me la pasaba...
─ ¡Lo siento mucho! ─.
Disculpándome...
─ Disculpe... ─.
"Una y otra vez. Empecé a pasarme la vida pidiendo perdón.
Estos son... Los peores recuerdos que podría tener antes de morir."
─ ¡Ya entendí, kamisamaaa! ¡¡Me estás queriendo decir que mi vida fue una mierda ¿No?!! ─ Takemichi grito a los cuatro vientos, importando le una mierda si sus amigos la escuchaban o la miraban rara.
Las lágrimas nunca pararon de salir.
─ Estoy seguro de que tú... Vas a tener éxito, Hanagaki ─ un recuerdo, una voz que no escuchaba hace años y la cara difusa de la persona.
"Tachibana..."
─ Los conflictos de la Tokyo Manji Gang continua intensificando se en el área metropolitana...
"Tokyo Manji Gang..."
─ Estos últimos fueron identificados como... Hinata Tachibana...
Asombrada, mira al grupo de pandilleros que están a la lejanía, aquellos tipos rudos son de la Tokyo Manji Gang. Por culpa de ellos, Tachibana morirá doce años en el futuro... Pero, aunque lo sepa, no tiene nada que ver con ella.
─ Ni siquiera... Me acuerdo de la cara de Tachibana ¿Como era? ─ un susurro solamente audible para ella, recuerdos fugaces, y una cara difusa.
Sin poder recordar nada, se levantó del sucio suelo dirigiéndose a donde ella recordaba es el camino hacia la casa de Tachibana. Fue hasta el metro para poder llegar hasta cierto sector en específico, caminando y mirando las calles a su alrededor, buscando lugares familiares hasta poder llegar a los departamentos donde vive Tachibana.
─ Es acá... ─ miro los grandes departamentos, camino hasta la entrada y empezó a mirar los buzones tratando de buscar uno en específico. ─ Tachibana... Tachibana... ─.
Después de encontrarlo y ver en qué piso se encuentra, subió al ascensor, tocó el piso número tres y espero. Al llegar al piso, con pasos tranquilos se dirigió al pasillo, viendo los pequeños rectángulos con los apellidos inscritos al lado de cada puerta¹*.
Al encontrar el de la familia Tachibana, con nervios se acercó hasta la puerta y tocó el timbre.
Un pequeño sonido y la voz de Tachibana se escuchó por la bocinita del timbre.
─ ¿Sí...? ¡Ah! ¡¿Hanagaki?! ─ la voz de Tachibana se escuchó sorprendida al ver a la chica por la cámara del timbre. Nunca imaginó que sería ella.
─ Sí... Soy yo ─.
Pasos apresurados y el sonido de la puerta abriéndose, asomándose ni más ni menos que Hinata Tachibana.
─ ¡Hanagaki! ¡¿Que fue lo que te paso?! ─ preocupado miraba las ropas de la chica, llena de tierra y desarreglada. Su mirada se dirigió al pómulo de la chica, rojo y con signos de volverse morado. ─ ¡¿Quien fue el imbecil que te golpeó?! ─.
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Antes de terminar con el capítulo les dejo un dato: Kiyomasa y sus amigos nunca abusaron de Takemichi sexualmente, solo la trataron como sirvienta y haciendo mandados.
¹* En Japón las casas tienen nombres y las calles números. Dejo aquí este dato, por si alguien no lo sabía.
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¿Takemichi es una chica?
Fanfiction¿Que pasaría si en realidad Takemichi fuera mujer en la historia? Takemichi Hanagaki una veinteañera que no es feliz con su vida actual, es empujada a las vías del tren descubriendo que puede viajar doce años en el pasado, a la época de secundaria d...
