🌸╭⊱ 𝚂𝚒𝚐𝚞𝚒𝚎𝚗𝚍𝚘 𝚊𝚕 𝚘𝚋𝚓𝚎𝚝𝚘 ─ ⁰¹⁷

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Su dedo golpetea la mesa con insistencia, el sonido de su uña marcando un ritmo nervioso. Takemichi lanza miradas furtivas hacia atrás, donde dos figuras están sentadas, absortas en el menú del restaurante. Ni una palabra, ni un gesto. Solo silencio.

'¡Por Dios, llevan así varios minutos! ¿Por qué no dicen nada?' Takemichi se muerde el labio, la impaciencia está creciendo dentro de ella. '¡Al menos que se insulten o que se den un golpe! ¡Pero que hagan algo!' piensa con impaciencia.

De repente, una voz la saca de sus pensamientos.

─ Disculpe, señorita ─ dice el mesero, apareciendo a su lado como si hubiera surgido de la nada.

─ ¿Sí? ─ responde, sobresaltada.

─ ¿Va a ordenar algo? ─ pregunta él con una sonrisa profesional.

─ ¡Ah, sí! ─ Takemichi agarra el menú, hojeándo rápidamente. Sus ojos se detienen en la sección de bebidas. ─ Un jugo, por favor ─

El mesero asiente, anota la orden y se aleja con la promesa de que su jugo estará listo en unos minutos. Takemichi suspira, se ajusta los lentes y vuelve a mirar hacia atrás. Esta vez, los dos hombres están hablando, pero sus voces son tan bajas que no logra captar ni una palabra. Frunce el ceño, frustrada por no poder escuchar lo que dicen.

Minutos después, el mesero regresa con su jugo. Ella agradece con un gesto, acerca la bombilla a sus labios y toma un par de sorbos. Justo en ese momento, un grito estruendoso rompe la calma del lugar.

─ ¡¿A qué carajos?! ─ La voz de Mikey resuena en el restaurante, y Takemichi gira bruscamente hacia ellos, expectante. '¿Van a empezar una pelea?'

─ Jamás voy a perdonar esto ─ dice Mikey, con una expresión de enojo genuino.

─ ¿Ah? ─ Draken lo mira incrédulo, como si no entendiera de qué está hablando.

'¡¿Será el comienzo del conflicto entre ellos dos?!' piensa Takemichi, observando con nerviosismo la tensión que parece crecer entre los dos hombres.

─ ¡No le pusieron la banderita! ─ exclama Mikey, señalando su plato con indignación, mientras un puchero se forma en sus labios.

Takemichi no puede evitar sorprenderse. No esperaba que el temible Mikey se quejara por algo tan trivial. El mesero se apresura a disculparse, pero Mikey sigue refunfuñando, como un niño al que le han negado un juguete. Draken, por su parte, suelta un suspiro resignado y saca una banderita de su bolsillo.

─:Toma, Mikey, una banderita ─ dice, colocándola con cuidado en la comida de su amigo.

Mikey se ilumina al instante, su enojo se desvanece y una sonrisa de satisfacción aparece en su rostro.

─ ¡Muy bien, Ken-chin! ─ exclama, empuñando el tenedor y devorando su comida con entusiasmo.

Takemichi observa la escena, confundida. '¿En serio esto es lo que los tiene tan alterados?' Piensa, mientras sigue tomando su jugo. Los minutos pasan y nada más interesante ocurre. Se siente un poco decepcionada. 'Pensé que seguirlos sería más emocionante. Son pandilleros, ¿No? ¿Dónde están las peleas?'

De repente, otro grito interrumpe sus pensamientos.

─ ¡Ya me tienes harto, Mikey! ─ Draken se levanta de su asiento, su voz llena de exasperación.

Takemichi gira rápidamente, esperando ver el inicio de una pelea. Pero su sorpresa es aún mayor cuando ve a Mikey profundamente dormido, muy cómodo estirado a lo largo de la silla.

─ ¿Está dormido? ─ murmura para sí misma, incrédula.

─ ¡Tienes que dejar de dormirte justo después de comer! ─ Draken se frota la frente, claramente fastidiado. Mikey, por su parte, ni se inmuta. Solo ronca suavemente.

¿Takemichi es una chica?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora