- 𝘸𝘪𝘯𝘵𝘦𝘳 - (𝐽𝑎𝑘𝑒ℎ𝑜𝑜𝑛)

9

Jungwon abrió los ojos, estaba en un lugar oscuro, muy frío, no podía ver exactamente donde estaba, no había ni un solo rayo de luz.

Se levantó lentamente cuidando de no hacer ruido con algo, caerse a un vacío enorme o solo que pasará algo malo y dio pequeños pasos llegando la una pared.

– El espía despertó – Escucho a alguien, pero no podía ver quién era.

– ¿Quien está ahí? – preguntó.

– Te lo diré si tu me dices que estabas haciendo.

– ¿A que te refieres? ¿Dónde estoy? – preguntó ya desesperado.

– ¿De verdad no sabes en donde estas? Pero... Si tu solo llegaste aquí, no puedes no saber dónde estas.

– ¿Estoy muerto?

El hombre río.

– No niño... Deja de hacerte el tonto y habla.

– No se que quieres que diga.

– ¿Que estabas haciendo en el muro? ¿Ibas a cruzar? ¿Quién te envió?

En ese momento Jungwon comprendió, estaba en otro Reino, donde Sunghoon lo había enviado...

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Jungwon se dirigía a la biblioteca pues Sunghoon lo había mandado a llamar y debían hablar específicamente en ese lugar.

Cuando llegó pensó que el rey Taehyung los iba a acompañar, pero no fue así, al entrar solo encontró a Sunghoon.

– Gracias por venir Jungwon, siéntate.

Jungwon se sentó frente a Sunghoon, se veía un tanto nervioso, pero no quiso preguntar nada... Aún.

– Jungwon, tu eres la única persona a la que realmente le tengo confianza – Hablo Sunghoon – Recuerdo que cuando éramos niños te contaba todo, más que un simple cartero te veo como un amigo, familia.

Jungwon escucho atento... ¿Lo iba a despedir?

– Lo que te voy a decir ahora... No se lo puedes decir a nadie, mucho menos a mi padre y hermano, es... Complicado.

¿A caso mató a alguien?

– Príncipe Sunghoon, me está espantando...

– Lo siento... Pero debes prometer que no dirás nada.

– Se lo juro.

Sunghoon tomó aire.

– Me enamoré del príncipe de la primavera – Soltó rápido, apenas si puedo separar las palabras.

Jungwon lo miro boquiabierto, trataba de procesar aquellas simples palabras...

– ¿Usted hizo que? – pregunto cómo si no hubiera escuchado.

– Lo se Jungwon es horrible, apenas nos podemos ver, el es... Lindo. Escucha necesito de tu ayuda, necesito que le envíes cartas por mi. ¿Podrias hacer eso por mi?

¿Por el? El era el príncipe, una persona importante, poderosa, valiente y fiel a lo que era su Reino... ¿Por el? No entendía esa parte.

– ¿Por ti?

– Si Jungwon, por mi, estoy cometiendo estupideces ya lo se, se que esto suena a traición pero te juro que no es así, te juro que yo no pensaba en enamorarme solo... Paso.

– Sunghoon – Jungwon olvido las formalidades – Creo que te entiendo, y te creo, pero no puedes pedirme algo así es muy arriesgado.

– Si Jungwon, pero prometo que seré cuidadoso, seremos cuidadosos. Eres el mejor cartero, amigo y mensajero que conozco, eres como de la familia.

– Pero...

– Por favor...

Jungwon miro a Sunghoon, el se veía muy insistente, gracias a el había conseguido su trabajo, era su mejor amigo no podía mentir... Así que solo suspiro.

– ¿Cuando y dónde entregó la Carta?

Sunghoon lo miro con felicidad y le dedicó una gran sonrisa.

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Habían pasado unas cuantas semanas, Jungwon estaba siendo muy cuidadoso con el tema de las cartas, su trabajo era simple, tomaba la carta, salía, se dirigía al muro y deslizaba el papel por un orificio que había en la gran pared, después de eso solo se iba.

No estaba teniendo ningún problema.

– Jungwon, necesito que entregues esta carta, mañana iré a ver a Jake.

– Claro.

Jungwon tomó la carta y espero a que el atardecer apareciera, deslizó la carta como siempre y luego volvió al castillo.

Cuando iba de camino a su casa se cruzó por accidente con un hombre muy raro, usaba la ropa más calida que pudiera ponerse, incluso creía que podía llevar una prenda sobre otra, aparte de tener la cara tapada con una gran y calientita bufanda roja, Jungwon le dio una mirada rara y continuó con su camino. Lo extraño fue que en lugar de entrar a su casa entró a un lugar oscuro... Frío... Solitario...