- 𝘸𝘪𝘯𝘵𝘦𝘳 - (𝐽𝑎𝑘𝑒ℎ𝑜𝑜𝑛)

💗 Extra especial 💗

Sunghoon, Jake y Sunoo caminaban por el bosque. Los pinos estaban pintados de blanco, hacia frío pero disfrutaban de su caminata, el sol resplandecía y el cielo estaba Despejado.

Los tres chicos caminaban hacia el Reino de primavera, había pasado un mes desde que Jake había salido de su castillo y comenzó a vivir en el de Sunghoon, ahora iban a visitar a su madre y hermana.

Sunoo aprovechó el viaje para ir a ver las mariposas y platicar sobre flores con Ni-ki, claro, si tenía el día libre.

Apenas cruzaron la frontera Sunoo corrio a toda prisa hacia el castillo, mientras Jake y Sunghoon seguian en su burbuja, se miraban, se tomaban de las manos, de daban tiernos besitos y se coqueteaban de manera muy evidente, desde la boda no podían dejar de ser tan Unidos, siempre estaban juntos.

Ambos caminaban mientras admiraban algunas flores que se encontraban en el jardín del Castillo. Miraban los tulipanes símbolo del amor sincero, los hermosos girasoles, las orquídeas que de manera sutil expresaban su inocente deseo y las bellas gerberas que simbolizan la ternura y la alegría que compartían.

Sunoo salió de la nada con un montón de hojas secas en sus manos.

- Jake, mira esto, Ni-ki me las trajo del Reino de otoño, ¿No son lindas? Quiero ir ahí - decía con una gran sonrisa.

- Sunoo, son hermosas, ¿Donde las vas a guardar?

Sunoo saco una libreta de su bolso y pego en una hoja blanca una de las hojas secas.

Sunoo tenía un diario que Ni-ki le había regalado la segunda vez que lo vió, le dijo que podía guardar cualquier flor ahí y que nunca se marchitaría. El no mintió, porque tenía un mes con esa libreta y todas las flores que había conseguido pegar seguían intactas.

Ni-ki se acercó a donde ellos estaban, con la intención de llevar a Sunoo a ver las mariposas que tenían en el invernadero.

- Sunoo, ya es hora, antes de que se queden dormidas y no abran sus alas.

- Si si, vamos.

Sunoo siguió a Ni-ki con emoción hasta el invernadero. Las mariposas estaban comiendo el polen de algunas flores de ahí, cuando volaban sus alas se abrían y se podía contemplar a la perfección los diseños tan bonitos y mágicos que había en ellas.

Sunoo quizo fotografiar a una hermosa mariposa azul que encontró en la rama de un pequeño árbol, sus alas estaban abiertas, ella no volaba y era el momento perfecto para tomarle una foto.

- No, alto - Ni-ki lo interrumpió antes de que pudiera presionar el botón - Las puedes asustar, son muy tímidas en la Cámara.

- Pero... Es bonita, yo quiero tomarle una foto.

Sunoo hizo un pucherito.

– Si quieres lo puedo pintar para ti – Ni-ki lo miro con una sonrisa.

Los ojitos de Sunoo brillaron. Ni-ki sabia dibujar muy bien, era un talento que tenía oculto y lo ponía en práctica cuando estaba solo.

– ¿harías eso por mi? – pregunto.

– Haría lo que fuera por verte sonreír.

Sunoo sintió mariposas en el estómago y se sonrojo. Ni-ki saco una libreta y lápiz de su bolsa, busco una página en blanco y comenzó a dibujar a la bella mariposita que se encontraba frente a ellos.

Ni-ki se veía muy concentrado, hacia los trazos a la perfección. Sunoo miraba con atención a Ni-ki, entonces se acercó y beso su mejilla, Ni-ki se detuvo de inmediato, dejó caer el lápiz y miro a Sunoo, quien tenía las mejillas más Rojas que el.