20. CHANGKYUN

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Changkyun sintió un rugido en los oídos. Como siempre, experimentó una extraña sensación cuando miró a Rollins, como si se hubiera quedado despierto hasta muy tarde y hubiera bebido demasiado.

El hombre ante él era Pekka Rollins, rey del Barril, señor de las bandas y empresario teatral. Pero también era Jakob Hertzoon, el supuestamente honorable mercader que había alimentado a Changkyun y Jimin con comodidad y confianza, para después quitarles el dinero y dejarlos indefensos en una ciudad que no valoraba la misericordia.

Cualquier señal del respetable Jakob Hertzoon había desaparecido esa noche. Rollins llevaba un chaleco de rayas verdes con los botones ceñidos sobre el comienzo de la tripa, y unos pantalones de un brillante esmeralda. Al parecer, había reemplazado el reloj que Changkyun le había robado, porque sacó uno nuevo y le echó un vistazo.

—Esta cosa nunca mide bien el tiempo —dijo Rollins, dándole una sacudida al reloj. Sus patillas temblaron ligeramente cuando soltó un suspiro de exasperación—, pero no puedo resistirme a algo tan bonito y brillante. ¿Imagino que no conservarás el que me quitaste? —Changkyun no dijo nada—. Bueno —continuó Rollins encogiéndose de hombros, cerrando el reloj y volviendo a meterlo en el bolsillo de su chaleco—. Ahora mismo, mis tenientes deberían estar apresando a tu banda y a cierto rehén de incalculable valor en la Isla del Velo Negro.

Jooheon soltó un gemido de angustia.

—También he preparado algo especial para el Espectro —añadió Rollins—. Ese chico es un activo extraordinario. No me gusta que tengas esa flecha en particular en tu carcaj, así que he encontrado a alguien aún más extraordinario para que se ocupe de él.

Una sensación enfermiza se asentó en el estómago de Changkyun. Pensó en Kihyun cuadrando los hombros, en la pequeña figura de su cuerpo rebosante de confianza. Yo no trabajo con red.

—¿De verdad pensabas que serías tan difícil de encontrar, Im? Llevo mucho tiempo en este juego. Lo único que tenía que hacer era pensar en lo que habría hecho cuando era más joven y estúpido.

El rugido en las orejas de Changkyun aumentó.

—Trabajas para Choi.

Sabía que era una posibilidad, pero la había ignorado. Había pensado que si se movía lo bastante rápido, no tendrían tiempo de formar una alianza.

—Trabajo con Choi. Después de que vinieras a mí en busca de dinero, tuve la sensación de que podría necesitar mis servicios. Estaba dudoso al principio, no había tenido la mejor suerte haciendo tratos con los chicos del Barril. Pero esa pequeña artimaña que hiciste con su mujer lo llevó directo a mis cariñosos brazos. Le dije a Choi que siempre estarías un paso por delante de él porque no puede evitar pensar como un hombre de negocios.

Changkyun casi hizo una mueca. ¿No había tenido él ese mismo pensamiento?

—Es hábil, sin duda —continuó Rollins—, pero es un hombre de imaginación limitada. Mientras que tú, Im, piensas como un matoncillo malvado. Eres yo, con mucho más pelo y mucho menos estilo. Choi pensaba que te tenía atado en el Stave Occidental, le pareció muy buena idea llamar a la stadwatch. Pero yo sabía que serías más resbaladizo que eso.

—¿Y sabías que vendría aquí?

Rollins se rio.

—Sabía que no podrías resistirte. Oh, no sabía qué plan idearías, pero sabía que cualquier ardid que hubieras preparado te traería aquí. No podrías dejar de lado la posibilidad de humillar a Choi para recuperar lo que crees que te debe.

—Un trato es un trato.

Rollins negó con la cabeza, cloqueando como una gran mamá gallina.

—Te tomas las cosas de forma demasiado personal, Im. Deberías concentrarte en el trabajo, pero estás demasiado ocupado guardando rencor.

REINO DE LADRONES - MONSTA XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora