CAPITULO 2

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Ava

VERDADES.

Me acomodo el vestido subiéndolo un poco para que mi adorado Nick se deleite con la vista que le brindaré. Soy la mujer más feliz a su lado, somos fieles uno con el otro y eso es algo que ya no se ve en una relación. Me acomodo el cabello corto que tengo y me detallo frente al espejo viéndome provocativa.

Me gusta lo que veo y me doy el último retoque de perfume.

El día de ayer me comporté como una novia celosa y una mala persona con Sara. No me arrepiento de las verdades que le dije a esa perra traicionera. Nicholas perdió su legado, y por una parte me alegra que Alexa Waldorf esté muerta. Si no fuera por eso, yo y Nick no estaríamos juntos.

Conozco su nombre, más no su cara. Todas las personas hablan de lo poderosa y hermosa que era, hizo caer a dos engendros con solo pestañear y sin hacer el mayor trabajo. En cambio los mortales como yo tenemos que hacer un esfuerzo en conquistar lo que anhelamos con fuerza.

Las diosas mitológicas lo tienen todo sin ningún trabajo. Mi padre solía contarme historias sobre diosas, demonios, bestias, engendros, ninfas y príncipes. Todos tenían algo en común y es que siempre caían a los pies de una diosa con una belleza que no se puede decir que sea de este mundo.

La diosa con solo demandar tenia joyas, palacios, ejércitos, y seres infernales a sus pies complaciéndola en lo que quisiera. Pero lastima que estamos en el mundo real y tal cosa no se ve en el mundo, solo en historias de fantasía.

Salgo de la habitación y tomo el pasillo que da al despacho, la luz se cuela por la ranura de abajo y me acerco para girar el pomo, este cede y Nicholas alza la cabeza para verme. Esta serio, con el porte amenazante que le vi desde la primera vez que lo conocí.

Cuando conocí a Nicholas era un hombre autodestructivo, se embriagaba y dormía con la que se le atravesara. Ya no hace eso, desde que me conoció dejo esa vida y por una parte me alegra a verlo cambiado. Entro contoneando las caderas y deja de lado los planos que estaba haciendo.

Me le planto frente al escritorio y el iris negro no me deja ver si me desea, empiezo a bajarme las tiras del vestido quedando completamente desnuda. Me detalla pero no hace nada, camino segura a su lado y se gira en la silla.

Me toma rápidamente del cuello, barre con todo lo que está en el escritorio. Me toma de las piernas subiéndome al escritorio y me abre las pierdas de par en par. Me toco dándole las mejores vistas, empieza a quitarse el cinturón y me tortura no ver lo que quiero.

Se desabotona el vaquero y el miembro erecto, grueso y grande se hace presente. La saliva se me aliviana, abre un cajón y saca preservativos. Le arrebató uno cuando veo la intención y me mira mal.

— Quiero sentirte piel a piel Nick...

— Te aguantas — me dice — Que no quiero tener problemas más adelante.

— ¿Un hijo? — se tensa — Un hijo tuyo para mi no seria un problema.

Me aniquila con la mirada.

— Lo bebés son un maldito problema.

— Puedes hacer una excepción— hago un puchero— Soy tu novia.

— ¿Y? Eres mi novia, no mi mujer — toma otro preservativo— Aprende a diferenciar ambas cosas.

Suspiro resignada, se coloca el preservativo rápidamente y me abro más cuando coloca la cabeza de su capullo grueso, la estocada feroz que me deleita el coño se hace presente, Nicholas empieza arremeter duro y sin compasión.

Me quejo un poco cuando el tamaño incomoda, pero recibo ansiosa su miembro que entra y sale de mi como un poseso. Espere tanto tiempo volver a sentirlo ya que ha estado distanciado, no se si tendrá a otra pero de algo estoy segura es que soy la mujer que lo cambio.

BROKEN HEART © [Libro2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora