BROKEN HEART © [Libro2]

CAPITULO 27

Alexa

SORPRESAS Y ENCUENTROS PLACENTEROS.

Detallo al hombre que tengo enfrente, está con una capucha que cuando se la quita el alma me cae a los pies. Estoy confundida, abrumada y sorprendida. El hombre se acerca a mi a paso lento, tal como se mueven los agentes con su arma. La piel canela se ve más bronceada. Me repara de arriba a bajo buscando algo pero no se el que.

Tengo que tragar grueso cuando choco con el cuerpo de Grace en el suelo.

—Te has vuelto más hermosa, Di. — Alexander me extiende los brazos para que me acerque abrazarlo— Vamos, no muerdo. Sabes que esa mujer se merecía el tiro en la cabeza.

No hace falta que diga otra palabra más para que me abalance sobre él, no me importan los gritos y insultos de Clariss atrás de mi. Abrazo a mi amigo que desde hace años no miro por mi egoísmo, su pecho sube y baja cuando impacto con el suyo.

El arma que tiene me incomoda pero no me importa a la hora de abrazarlo fuertemente.

— ¿Como es que sabias que estaba aquí?

— Las noticias hablan mucho de ti—me sonríe— No es difícil de sumar cabos cuando se dice que la Reina más hermosa del mundo se encuentra en Mónaco/Francia.

— Eres un exagerado—le sonrió—Me alegro mucho de verte.

— Yo también su majestad...

—¡Son unos hijos de puta!— el grito de Clariss nos saca de nuestra burbuja—¡Eres una maldita maldición Alexa Waldorf!¡Solo traes muerte y desgracia para todo aquel que te ande pisando los talones!

Ignoro los insultos de la hermana de Axel atrás mío, dejo Alexander en el pasillo cuando me adelanto abrir la puerta de la habitación. Clariss hace el intento de venir hasta donde estoy pero la punta del arma de Alex la deja quieta, abro la puerta entrando de un todo. Enfrente de mi veo la camilla donde el cuerpo inconsciente de Axel está acostado.

Me acerco en silencio a su lugar detallando la piel pálida y ojerosa que presenta, no es el rey que estoy acostumbrada a ver, es un cuerpo cansado y débil lo que noto en la cama.

La culpa por lo que hice no se presenta y no se si soy una pmaldita insensible, no se, pero no se presenta. Lo quiero, pero no como me gustaría. Tomo una de las sillas que se encuentran en la habitación sentándome a su lado, le tomo la mano helada esperando a que despierte. Tiene un catéter en la mano derecha y varios pinchazos en los brazos.

Afuera se escuchan disturbios y creo saber quién es, no dejare que nadie entre al maldito cuarto para que terminen lo que empezaron. No se cuento tiempo pasa pero levanto mi cabeza del colchón donde me había quedado dormida, ya que me acarician la cabeza torpemente. Alzó la vista viendo al hombre que me sonríe débil. Una sonrisa pequeña se presenta en mi cara y me levanto para darle un abrazo.

El quejido que saca me hace alejarme un poco.

—Por favor—pide— No te alejes, solo no me estreches muy fuerte.

— Está bien—varias lagrimas brotan de mi ojos cuando vuelvo abrazarlo—¿Axel, que paso?

— Alexa...

— Cuéntame Axel— le exijo— Dime que fue lo que pasó para que el consejero me llamara diciéndome que fuiste envenenado.

— Estaba cenando solo ya que mi madre y Clariss estaban distanciadas conmigo— empieza— Todo transcurrió normal, pero, al momento de beberme la copa de vino fue donde colapse.

Un nudo se forma en mi garganta.

— Por suerte Héctor se encontraba ahí—me toma la mano— Fue el primero en socorrerme y en llamar a la ambulancia.