Nicholas
CANCIÓN DE CUNA.
Nueva York me recibe con un clima tormentoso, la lluvia está demasiado fuerte y el frío a simple vista se ve que es una mierda. Estamos a punto de aterrizar mientras no dejo de sostener la mano de mi mujer que sigue inconsciente, Lada está dormida en mi hombro plácidamente. Lograron parar el sangrado del abdomen de Alexa, tengo demasiada rabia al verla en este estado. Me duele, me duele verla vuelta mierda.
El helicóptero hace su descenso, mis hombres ayudan a bajar la camilla de Alexa que tiene los labios morados.
El pie sigue vendando pero luce fatal, la cara la tiene irreconocible, no encuentro rastros de la Alexa Waldorf que conozco, solo veo...un muerto en vida. Me bajo con mi hija en brazos que ya despertó, empieza a demandar que quiere estar con su mamá así que la siento en la camilla sin que lastime Alexa.
Se acuesta a su lado, dándole besos mientras le dice que eso ayudará a que despierte más rápido. Tengo que respirar hondo, tratan de subir Alexa a la ambulancia pero se los impido.
—Ella está grave—me dice como si hubiera pedido su opinión—Tiene que ser asistida en un centro de salud.
—Usted hará lo que yo le demande—lo hago tragar grueso—Suba a mi mujer a la camioneta que haremos el trayecto a la mansion Scratch.
El médico asiente rápidamente sacando varios sueros y medicamentos de la ambulancia. Me voy con mi hija en la misma camioneta que su madre ya que no quiero perder de vistas a ambas mujeres. Mi hija va jugando con mis anillos y trazando con su dedo la tinta de mis brazos.
—Quiero uno.
—¿Un que?—inquiero confundido.
—Uno de esos dibujos—me señala el dragón—Son muy monos. Pero quiero uno de garras.
Me saca una sonrisa.
—Cuando tengas 80 años podrás hacerte uno.
—¡No!—se ríe—¡Seré una abuela!
No para de reír, Tyler tiene plantada una sonrisa en su cara cada que la ve. Es lamentable lo que pasó con su sobrina y su hija, podría creer que el sueño de ser abuelo lo está viviendo con mi hija en estos momentos. Mi hija guía su vista hacia la ventana, hago una llamada para que Jordan se vaya a las cavernas y mande a la mansión lo que le solicito.
—Buena elección, ella es la mejor para ese trabajo.
—Lo sé—digo airoso—Por algo te estoy pidiendo que la mandes a la mansión.
Cuelgo la llamada viendo hacia atrás para confirmar que se encuentre bien Alexa, estando ese estado se ve más indefensa, frágil, pero jamás débil, eso nunca lo será. Luego de media hora la camioneta se aparca enfrente de la mansión, mi hija se baja saludando a los matones. Los hombres le dedican una reverencia y ella sonríe en grande.
—Extraño el palacio—me dice cuando toma mi mano—Pero este pequeño gran palacio me gusta mucho más.
—¿A si?—inquiero—¿Dice que soy de gustos pequeños alteza?
—No—Se ríe—Pero el palacio solo lo extraño, este palacio—señala la mansión—Lo amo, aquí está mi mami y mi papi. En el palacio solo tenia a mi mami...
—Ahora en adelante sólo nos tendrá a ambos—la tomo en brazos.
—¿Pinky promise?—me extiende el dedo meñique.
—Pinky promise.
Asiente con una sonrisa, suben Alexa a mi habitación. A lo lejos veo a la persona que mande a llamar, me acerco con mi hija en brazos a la asesina de la organización llamada Hera. Es una mujer que sabe defenderse, una mujer que se a ganado mi respeto por el simple hecho que pone a la organización primero, a cumplido cada orden sin rechistar y ahora se convertirá en la niñera de mi hija.
ESTÁS LEYENDO
BROKEN HEART © [Libro2]
RomanceEl mundo fue testigo de un amor que se volvió más grande que la diosa y la bestia. Ahora el tablero se encuentra sobre la mesa. Alexa y Nicholas se enfrentarán a nuevos desafíos que los harán cuestionarse de muchas formas. La monarquía no está feli...