BROKEN HEART © [Libro2]

CAPITULO 45

Alexa

ÁRABES, SOCIOS Y JOYAS.

Adelanté mi viaje a Dubai unos días antes del evento ya que por la increíble idea del magnate, tengo que abrir su evento con una danza árabe. Joder, no soy muy buena en danza pero si en canto.

Una mujer joven se ofreció amablemente a enseñarme los pasos, así que, aquí estoy; en Dubai en el enorme edificio Burj Khalifa. Estoy en la última planta, mis hombres están atentos a cualquier movimiento sospechoso o que ponga en peligro mi vida.

Tengo una reunión con varios de los cabecillas que están en la jerarquía de la mafia, desde hace semanas hemos programado esta reunión ya que es importante.

La mujer que me enseñará los pasos entra a la suit donde me estoy hospedando, me hago una coleta alta ya que mi cabello creció en estos últimos meses. Aún recuerdo como lo cortaron dejándome con el autoestima por el suelo, el cabello de una mujer es todo para nosotras y ellos me lo arrebataron como si no me hubiera esmerado nada en recuperarlo después de mi quimio.

—¿Cuanto sabe de danza árabe, alteza?

—Nada—soy sincera—Todo lo que me digas el día de hoy será nuevo para mi.

—Bien—asiente—Haremos una danza delicada, las danzas árabes se caracterizan por mover las caderas y los brazos—sonríe de lado—Haremos una coreografía delicada y sensual, eres una reina y creo que no sería bien visto que una monarca haga ese tipo de bailes.

—Lastima para ellos que me importa poco lo que piensen—le sonrió y se sorprende con lo que suelto.

—No es como las demás mujeres que vendrán a este evento—se ríe—Todas se niegan abrir estos eventos por miedo a sus esposos, son muy conservadoras, algunas tímidas y bueno, otras son muy estiradas.

—Por suerte—tomo una falda llena de joyas alrededor—Mi esposo no es celoso y no hará ningún drama cuando me vea salir al escenario. Soy todo menos introvertida.

—No creo que la identifiqué—se ríe mientras se va a la bocina—Las joyas taparán su rostro dejando solo a la vista su cuerpo y ojos.

La música árabe empieza a sonar, la mujer me enseña la coreografía explicándome paso por paso y no entiendo como podré aprenderme un baile así en cuatro días. Sigo los pasos con lentitud, lo que hace me deja boquiabierta ya que es increíble. Al cabo de una hora me muevo con fluidez como si toda mi vida hubiera practicado este tipo de danza.

Lo hombres que me escoltan tratan de apartar la vista cada que me muevo moviendo las caderas.

La respiración se me vuelve pesada cuando me veo en el espejo que abarca toda la pared de una habitación, muevo las caderas jugando con las manos. Termino cansada con una sonrisa plantada en la cara, definitivamente esto es demasiado nuevo para mi. Le agradezco a la mujer y me informa que mañana vendrá a la misma hora, la despido y me voy a mi cuarto para poder darme una ducha y recibir a los cabecillas.

Me doy mi tiempo en la ducha, cuando salgo me coloco la vestimenta. Luzco un vestido negro con una abertura en la pierna derecha, los tacones me dan un poco de altitud ya que mis 1.70 son suficiente para sentirme alta. Con Nicholas me siento una mujer diminuta ya que los dos metros de ese hombre lo hace lucir más poderoso y varonil de lo que ya es.

La puerta es tocada, permito que entren y mis hombres me indican que los cabecillas ya están abajo esperándome. No tengo la joya de la mafia, así que luzco el collar en forma de dragón que me dieron el día que visite la casa hogar. Bajo a la habitación donde las puertas se abren de par en par mostrándome la enorme mesa donde los más buscados por la DEA, Interpol, GA7, agentes judiciales, CIA y muchas más ramas judiciales que existen en el mundo se encuentran sentados hablando entre sí.