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Minho caminó hacía su mesa de siempre, como cada día a la hora del almuerzo. Esa vez algo era diferente, Jisung ya estaba allí.

Abrazaba sus rodillas y su espalda se movía irregularmente arriba y abajo, estaba llorando, y el chico corrió el recorrido que faltaba hasta la mesa.

Minho dudó un poco, no sabía si estaba bien tocarlo, el chico no había notado su presencia, y sollozaba con fuerza. Al final acarició su espalda, sentado a su lado, odiándose un poco por no poder darle unas palabras de aliento.

Jisung volteó algo asustado al notar el toque en su espalda, pero rápidamente se relajó al ver quién era, y trató de secarse las lágrimas y sonreír, como si nada hubiera pasado.

— Hola Minho... — Su voz sonaba rota, el bailarín abrió los brazos, sabiendo lo mucho que a su amigo le gustaban los abrazos y lo mucho que debía necesitar uno en ese momento, Jisung no se negó y se lanzó a esconderse en el abrazo que le ofrecían.

Las suaves caricias en su espalda lo relajaron, sintió todos los músculos de su cuerpo soltarse.

— Hoy era mi exposición — Murmuró Jisung con la frente apoyada en el hombro del chico, notando pocos segundos después unas palmaditas en su espalda, sin ganas de separarse, tomó algo de espacio para mirar lo que hubiera escrito.

"Todo bien? como te ha ido? ha pasado algo malo?"

— La exposición ha sido perfecta, pero... — Minho lo miró en silencio, esperando a que terminase de hablar, a Jisung eso le gustaba mucho de él, no lo presionaba a hablar, solo lo miraba, esperando a que estuviera listo. Quizás fuera por su mutismo, aun que Jisung estaba seguro de que no era así, que si pudiera hablar, igualmente lo esperaría en silencio. — Mis compañeros están raros conmigo desde que dije que quería exponer, ni siquiera me dirigen la palabra.

"Por qué ya no pueden aprovecharse de ti, estás mejor sin ellos, mírate, deberías estar super feliz y orgulloso de lo que has logrado, no triste porque unos idiotas no te hablan ¡ELLOS SE LO PIERDEN! Porque eres la mejor persona del mundo, y punto"

Minho escribía las palabras con odio sobre su libreta, su letra era horrible, había escrito rápido y mal, pero el mensaje llegó a Jisung. El chico trató de sonreír, pero la culpa lo pudo.

— No lo soy... Soy una persona horrible y un mentiroso y... ¡No me merezco que seas tan bueno conmigo — Jisung comenzó a temblar, se arrepentía de haber leído su blog, no debería de haberlo hecho, incluso si no sabía que era él. Había entrado sin permiso a los pensamientos mas profundos y secretos de Minho, sabiendo que no quería que él lo viera, y no pudo callarlo más. — He leído tu blog...

Jisung vio como la mirada de Minho se deformaba, reflejando el pánico que el chico sentía en ese momento.

— No quería... Buscaba páginas para aprender lenguaje de signos y... No creí que fuera tu blog, lo leí pensando que si leia las experiencias de alguien como tu podría entenderte mejor, pero... — Jisung comenzó a llorar de nuevo, escondiendo la cara entre sus manos, creyendo que Minho jamás querría volver a estar cerca suyo, que lo abandonaría como el resto del mundo, y que volvería a quedarse solo.

Minho tocó su hombro, y el trató de secarse las lágrimas para ver, incluso si le estaba pidiendo que se fuera, Jisung debía leer todo lo que el chico hubiera escrito en el papel.

"Está bien, no me molesta, siempre que lo que hayas leído no te haga querer marcharte y no volver a hablarme ¿Hasta donde has llegado?"

— Todo... — Murmuró él, sintiendo que la falta de aire no lo dejaba hablar más. — Excepto la entrada de esta mañana, sonaba... demasiado privado.

"Más que mi confesión?"

— Si... más que eso

"Y no te doy asco?"

— No podría... en realidad es todo lo contrario

"Puedes leer el blog si quieres, no era un secreto tan grande como lo que ya has leído así que..."

— ¿Ahora?

"Cuando tu quieras "

Jisung secó sus lágrimas, feliz de que a Minho no le hubiera importado, no era el momento de hablar de sentimientos, no ese día tan horrible, pero hizo una nota mental para hablar de ello al día siguiente. Sacó su móvil, buscando el blog, volviendo a mirarlo.

— ¿Estás seguro?

"Quiero que lo sepas"

Leyó linea por linea, sintiendo su sangre hervir de rabia, deseando estrangular al maldito cucaracho, se la tenía merecida y Jisung esa no se la iba a perdonar en la vida.

— Que hijo de... — Continuó leyendo como ese suceso le afectaba aún, que él le recordaba al cucaracho en cierto modo y aun que sabía que él no era así, no podía evitar tener miedo a que la historia se repitiera.

Igual que él.

— No haré eso, se que lo sabes, pero... Yo no soy él.

"Lo sé"

— Sabes que eres super valiente por afrontar eso ¿Verdad?

"Lo sé"

— Y no quiero que hablemos esto hoy pero ¿Sabes que yo siento lo mismo?

"Qué? Como "lo mismo"?"

— ¡Me tengo que ir! ¡Hablamos mañana! — Jisung tomó su mochila, dejó un rápido y fugaz beso sobre la mejilla ajena y salió corriendo hacia la mesa de sus amigos.

Minho se puso de pie, deseando con todas fuerzas haber podido gritar el nombre de Jisung con tono de regaño. Tocó su cara mientras lo veía huir, estaba ardiendo, trató de respirar profundo mientras pensaba.

"No, Jisung ha hecho lo correcto, hoy no era el día "

Como el  anterior fue super mega corto, os doy otro capítulo hoy y me vuelvo reptando a mi caberna a terminar mis trabajos

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Como el  anterior fue super mega corto, os doy otro capítulo hoy y me vuelvo reptando a mi caberna a terminar mis trabajos

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