🍁Te Amo XXXIV🍁

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Mordí mi labio inferior con fuerza. La mirada oscura de Leandro no era para nada gentil, sabía que se estaba conteniendo para no saltar sobre Nathan. Quería evitar una tragedia por ende lo llevé a mi habitación el pequeño Adrián estaba dormido en su cuna era realmente un angelito sentí el calor del cuerpo de Nathan en mi espalda coloco sus manos en mi cintura y recostó su cabeza sobre mi hombro sus ojos estaban clavados en mi bebé por un segundo tuve miedo, ¿Y si Nathan no aceptaba a Adrián por ser hijo de Anderson?

No lograba concebir esa idea, él no era así. Anoche me lo había demostrado, no debía desconfiar de él, no era justo si nos íbamos a destruir mejor hacerlo ahora.

──Nathan, ahora que estamos juntos, serás capaz de aceptar que Adrián pertenece a mi vida

Se pegó más contra mí, esta vez sus brazos me rodearon por completo. Después, depósito un suave beso en mi cabeza.

──¡Por Dios! Cariño que clase de pregunta tonta es esa por supuesto que acepto que Adrián es parte tuya y de Anderson es el fruto de su amor nunca deje de recordarlo sé que no fui el primero, pero quiero ser el último te amo y amo pensar en los tres juntos en una casa alejada de todos formando una familia riendo por las mañanas en la cocina lanzando palomitas por las noches viendo películas las peleas de almohadas en la habitación mi bella esposa y mi hijo a mi lado mientras esperamos el futuro quiero todo eso contigo

No logré contener las lágrimas, estaba rebosando de felicidad. Con un rápido movimiento, me hizo girar, estábamos a solo centímetros, nuestros labios estaban rozándose.

──Quiero besarte 

──No dudes y ven aquí

Fui yo la que tomo la iniciativa lo cogí de las solapas y lo acerque a mí pegando nuestros labios en un beso primero fue suave, pero el deseo no tardó en llegar cuando me di cuenta ya estábamos en la cama él estaba sobre mí succionando mis labios su lengua se habría paso y solo podía sentir que estaba en el cielo no lo quería soltar quería aferrarme a esta última esperanza.

Ya no tenía miedo.

──Te amo 

Susurró, sus palabras estremecieron cada parte de mi cuerpo y el corazón me dio un vuelco, estaba al borde del llanto.

──También te amo

Sentí su sonrisa entre besos. Se tomó el tiempo de saborearme, de memorizar cada parte de mi cuerpo. Se tomó el tiempo de dejar sus marcas sobre mi piel; era suya y él era mío.

Nuestros cuerpos juraban amor, nuestros besos eran promesas lanzadas al viento y los sonoros gemidos emitidos en aquella habitación lo gritaban a todo pulmón.

Deje marcas en su espalda estaba tan hechizada por sus toques por sus caricias que no me percate que le estaba haciendo daño solo podía escuchar sus gruñidos en mi oreja estaba cegada por la pasión con la que me tomaba posesivo salvaje no podría comparar porque nada se le igualaba, la forma en la que me hacía suya era única cada vez que estábamos juntos.

──Creo que deberíamos limpiarnos antes de salir 

Propuse, volvió a besarme y asintió.

──¿Me acompañas?

Pidió aún abrazado a mí.

──Si lo hago, me temo que acabaremos más sucios 

Sus ojos brillaron, pero asintió y se metió en la ducha. Mis ojos no perdieron la oportunidad de recorrer su cuerpo desnudo. Me era imposible no ir a ducharme con él, pero sabía que de hacerlo pasaríamos todo el día encerrados en esta habitación.

Mi móvil sonó sacándome de mi cochina imaginación: era Franko.

──¡Hola! ¿Qué tal van las cosas?

Suspiro cansado.

──Nada, no tenemos nada, Tamara, parece que sabe cómo cubrirse las espaldas. Te llamaba justo, por lo mismo quería saber si tú habías tenido más suerte que yo

──Tenemos un plan, hay que confiar en que todo saldrá bien. Él ya esta aquí solo faltan unas horas para que la bomba explote. Dexter va a caer 

Corte la llamada cuando Nathan salió de la ducha con solo una toalla cubriéndolo.

──Deja de comerme con la mirada o me temo que tendré que ensuciarme de nuevo

Sentí el calor en mis mejillas. No conocía este lado de Nathan, siempre era tan correcto, pero me gusta este lado de él. Lo amo.

──Ven a la cama, me siento sola 

Suplique con ojos de cachorrito.

──Eres sucia, no tienes suficientes

Sonreí en sobre sus labios.

──Es que tú me vuelves loca, haces que quiera estar entre tus brazos todo el día. Esto que siento es como un huracán constante, no para, y estamos justo en el medio, en el ojo al pie, esperando el impacto

Se lanzó sobre mis labios, callándome con besos desesperados, llenos de necesidad.

──El único impacto que dejaré que recibas es el de mis embestidas 

Gruño mientras volvía a entrar en mí.

Cuando por fin logramos separarnos, bajé a la cocina por un poco de agua y algo de picar. Me encontré a Leandro ahí, él dirigió su mirada llena de dolor hacia mí, un silencio incómodo se formó alrededor y el aire era tan pesado que costaba pasarlo.

──Me voy 

Soltó y dejé caer el vaso, el cual se rompió en miles de pedazos. Sus ojos se abrieron como plato antes de acercarse apresuradamente a mi lado. Cogió mis manos y revisó que no tuviera ninguna herida.

──¡Joder! Tamara, estás bien

Lo cogí de los brazos y lo obligué a mirarme.

──¿Te vas a dónde?

Apartó la mirada.

──Me necesitan en Alemania, planeo quedarme cuatro meses, ahí necesito unas vacaciones, estar lejos de... Necesito aclarar mis ideas 

──¡Cuatro meses! Eso significa que no estarás en la boda

El plan consistía en casarme con Nathan. Lo más pronto posible, para ver la reacción de Dexter, estaríamos listos para cualquier cosa.

──No puedo ver cómo caminas hacia el altar con otro hombre, Tamara. Yo te amo y lo que veo en tus ojos es que lo quieres, a él le diste una oportunidad y no dejo de preguntarme. ¿Por qué a mí no? 

──Jamás le haría eso a Sofía 

Su mirada me hizo sentir la peor mierda del mundo, pero Sofía era más que mi amiga, mi hermana, y él era el padre de su hija. 

Contigo Sí (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora