32.¿Peligro?

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La altura me ponía nervioso, sobre todo por la cantidad absurda de ruido que haría si saltaba, y sobre todo si se me ocurría bajarme no habría forma de caer de forma segura. Mis brazos se agotaban, mire con cuidado el suelo de la caseta, lleno de cosas punzantes de jardinería, no habían opciones. Con la fuerza necesaria afirme mis zapatillas en el muro del lugar, escalando con dificultad hasta quedar con la mitad de mi cuerpo sobre la ventana

¡Bien!

Me senté como pude y vi el lugar, salía en la calle trasera. Di un salto para caer en un césped que parecía cortado hace poco, pero caí blandito, no me dolió. Camine con cuidado por las calles hasta tomar el primer taxi que por ahí yacía transitando.

Le mostré la ubicación, quedaba a fueras del distrito de Brooklyn.

podría pasar la noche con Azora..

¡Nonono! Si vuelvo a hacer eso tendré problemas.. aaaaaaagh.

Observé con atención por la ventana las luces de la ciudad, y así poco a poco comencé a ver las luces de un lugar, eran de aquel bar de mala muerte como dijo Leila. Estaba rodeado de gente con aquellos vestuarios tan peculiares y lindos a la vez. El taxi me dejó en la entrada y perdido saque mi celular.

LEILA

-Leila, ya estoy en el lugar

- Hola niño! ¿Dónde estás?

    -Entre al lugar, hay varios pasillos..

-Sube por la escalera verde

-Esta?


-Si! Entra a la primera puerta a la izquierda, estamos preparándonos

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-Si! Entra a la primera puerta a la izquierda, estamos preparándonos.

-voy


Subí aquellas escaleras siguiendo las instrucciones, todo el lugar era muy.. diferente, era extrañamente llamativo. Las paredes lenas de pintura y luces led, todo el lugar gritaba "arte".

toque la puerta y un sonoro "entra" fue oído del otro lado.

—¡Conrad! —saludo la chica y mire el lugar con atención, los desordenados detalles eran impresionantes.—

—Hola Leila

—¡Te vez muy bien! —me halago una de las chicas—

—opino que podríamos prestarle un top, se ve delgado.

—¿Un que? —pregunté y estas rieron— ¿Que van a cantar?

—Es una de nuestras canciones.

Ya veo.. —todas tomaron sus cosas y sonrieron haciéndome una seña para que las siguiera—

Metanoia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora