IX

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Después de unas considerables horas de estudio, Beomgyu estaba aturdido, necesitaba un respiro para lograr distraerse

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Después de unas considerables horas de estudio, Beomgyu estaba aturdido, necesitaba un respiro para lograr distraerse.

Un pensamiento vago señaló a sus libros, pero pronto se dio cuenta que no había más. Se sintió vacío y estupido.

En nada le había servido ir a visitar a Taehyun, bueno, un poco. Aún recordaba el canal que le mostró. Pero no sabía si se sentiría bien viéndolo especialmente a él, y con otros hombres.

No podía convencerse a sí mismo de que realmente fuera bueno, probablemente se sentiría incómodo y jamás en su vida podría volver a ver a Taehyun a los ojos.

Suspiro y acepto su propia conclusión, se paró en busca de alguna actividad que no fuera nada sexual ni algo parecido, prefería algo más sano.

Pero poco tiempo después se dio cuenta de que era inútil. Su casa estaba hecha un desastre por la gran búsqueda de actividades, no sabía cocinar, dibujar le estresa, leer no le interesa si no es erotico y las manualidades las odia.

Estaba rendido, no sabía que hacer, bueno, lo sabía solo que no se atrevía, pero no le servía de nada mentirse a sí mismo e ignorar sus necesidades.

Corrió hacia su cama con su computador y se sentó recargado sobre la cabecera.

Ni siquiera había prendido las luces y lo único que alumbraba era el brillo de la computadora la cual iluminaba sus emocionados ojos.

Rápidamente tecleó en la página el usuario que se había encargado de memorizar.

Se sorprendió cuando vió la cantidad de suscriptores, visualizaciones y likes que tenía ese hermoso hombre. No era exactamente carecedor de suscriptores.

La mayoría de su contenido era público pero claro, tenía una mensualidad para videos más... especiales, supuso.

El resto de las siguientes dos horas fueron un maratón de aquellos videos.

De verdad podría comerse vivo a Taehyun, su torso desnudo, esa perfección de músculos que cargaba consigo, su piel perfecta e incluso casi lampiña.

Y prefería no recordar su rostro y su voz para no ponerse duro.

No se creía que el mismo chico que estaba en los videos lo había tenido a centímetros de su cara, que lo había besado, que lo había tocado.

Había un video en específico, Taehyun tenía a un chico en sus piernas, él estaba boca abajo y con el culo bien parado.

El rostro del chico no era visible, pero ahí estaba Taehyun, con otro tinte de cabello azulado, ¿como no lo conoció cuando tenía ese color de pelo?

Taehyun golpeó sus glúteos, sin compasión y el pobre chico gritó. Su piel lechosa de torno de color rojo y sus piernas temblaron.

El peliazul tenía una sonrisa en la cara, pronto cambiaron de posición. Ahora el chico estaba sentado sobre su regazo aferrándose a el pecho de Taehyun, de una forma que Beomgyu pudo sentir envidia.

Exhibicionista.  |   TaegyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora