XIX

258 33 3
                                    

A pesar de que Beomgyu hacía lo posible por no salir ni siquiera de su cuarto, no tuvo las opción que después de más de diez llamadas por parte del director, secretarios educativos vinieran a tocar su puerta por tres días seguidos. Eran tan molestos cuando tocaban la puerta sin parar, como si Beomgyu hubiese cometido un crimen tan grave.

Tal vez se encontraría a Taehyun en la oficina cuando fuera y comenzaría a llorar, pero ya era suficiente, no podía huir todo el tiempo. Si lo tenía que ver, lo podía hacer con los ojos cerrados.

Cuando volvió a ingresar a la su facultad, todos lo miraron, susurraron y en algunos había una sonrisa tan grande, como si Beomgyu fuera un payaso que acababa de entrar a la universidad. Se sintió humillante, quería irse a casa de nuevo.

Las miradas lo estaban matando, por más que caminara sentía que no avanzaba y que cada vez más gente lo observara e incluso lo perseguían. Podía jurar que algunos incluso lo estaban grabando. Al parecer era solo la primera parte de haber venido a este infierno.

Para cuando llegó a la oficina del director, casi sudando y con temor en el rostro la plática ya había comenzado. Estaba Jeongin, con una venda en la nariz y otros curitas en su rostro, toda la mano vendada por lastimarse los nudillos y otras vendas más por ahí. Del otro lado no esperaba que en lugar de Taehyun se presentara su propia madre y su hermana, Sakura.

—Joven Choi.

Dijo el director, bastante serio. Jeongin no lo miró más que de reojo, la madre y hermana de Taehyun lo miraron casi con desprecio, pero su madre se veía más compasiva. Era ya una señora mayor de edad que al parecer parecía de tener un noble corazón.

—Recién íbamos a comenzar, me alegra que por fin viniera—suspiró y caminó hasta Beomgyu, dejando su mano sobre su hombro—. Lastimosamente su amigo Kang Taehyun no tuvo el mismo valor que usted.

Beomgyu sintió un horrible escalofrío por ser tocado por el director. Era horrible.

—¡Mi hermano tiene una costilla fisurada!—Sakura rápidamente se levantó de su asiento—¡Aparte! ¿Cómo podría querer ver a este desgraciado? ¡No todo es dolor físico! ¡Por primera vez mi hermano esta tirado en su cama por depresión!

Depresión, costilla fisurada, dolor mental, dolor físico, valor. Beomgyu ya no podría entender eso.

—No alce la voz señorita.

Beomgyu se sentó lo más alejado que los otros cuatro y acepto su castigo.

Jeongin había sido expulsado y de forma legal cubriría los gastos médicos de Taehyun, pues había ya aceptado que había sido su culpa ante el juez, aparte de que había bastantes testigos. El contrario solo contribuirá una parte de los gastos médicos de Jeongin, para ser exactos su reparación de nariz únicamente. Como Taehyun no era parte de la escuela no podía ser ni expulsado ni suspendido.

Por otra parte, Beomgyu, solo se llevó la suspensión por el hecho de golpear a Taehyun una sola vez, pero nadie iba a quitar todos los videos de internet, miradas, burlas. Nadie iba a quitar eso.

Cuando salió de la sala del director trato de hablar con Jeongin, pero él únicamente lo miró casi con desprecio sin decir ni una sola palabra. Poco a poco se fue desapareciendo sin dejar rastro por el pasillo. Había perdido un amigo, o mejor dicho, ya nadie iba a querer ser su amigo ahí.

Por otro lado trato de hablar con Sakura y su madre, pero su madre únicamente le pasó de lado sin decir nada. Sakura se detuvo un momento y mirándolo a ver fijamente por fin hablo.

—Esto fue más lejos de lo que esperé, incluso yo me arrepiento. Pero si dejamos esto aquí... podremos salvar a Taehyun.

Y entonces siguió caminando pero Beomgyu la detuvo frenéticamente. Esto no podía ser todo, no podía, no podía dejar a Taehyun simplemente así, al menos quería verlo por última vez.

Exhibicionista.  |   TaegyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora