Exhibicionista. | Taegyu

XIV

—¡¿Entonces le chupaste el pene a Taehyun?!

—¡Cállate Soobin!

Era cuestión de tiempo que Beomgyu no aguantara más y le contara a sus dos mejores amigos. No les contó la versión completa y sin embargo ya estaban más que emocionados, mejor dicho, solo Soobin estaba emocionado.

—Descubrí que no soy heterosexual, gracias Soobin, preséntame más hombres.

—Oh mierda, no creí escuchar eso salir de tu boca mientras yo estuviera aún vivo.

Kai estaba algo preocupado, quería saber cómo era, a qué se dedicaba, cómo eran sus sentimientos y etcétera. Pero eso ya no importaba más, habían cortado lazos y no había más que decir.

—¿No piensas contarnos más?

—No.

Le respondió secamente a Kai. La verdad, hubiera preferido mantenerlo como algo que jamás pasó, sin embargo prefirió que se enteraran por su boca que por otra.

—Tu no eres así Beomgyu... siempre nos dicen cada detallito, pequeño aunque sea.

Beomgyu abrió la boca y luego la cerró, se mordió el labio aún maldiciéndose a él mismo. La ira que tenía desde la semana anterior no se iba a desvanecer tan fácil.

Le gustaría decir que lo odia, pero no es así. Por alguna razón no puede hacerlo, solo está enojado. Bueno, era algo más que estar enojado, estaba demasiado molesto, tanto que sentía que iba a salirle humo por la cabeza.

—Pues... esta vez no tengo nada más.

Sus dos amigos lo miraron de arriba hacia abajo, era la primera vez que Beomgyu se comportaba de esa manera y era algo inquietante.

Soobin era pesado y siempre quería enterarse de más, pero sabía cuando debía parar porque ya no le incumbía, y este caso de Beomgyu parecía indicar aquello. Solo que esta vez si le incumbía, ¿y si su compañero le había hecho algo?

Kai se conformaba con lo que la gente compartía, mayormente no insistía por más, esta era de las primeras veces que necesitaba saber qué ocurría.

—¿Qué te hizo Beomgyu?

Le dijo, cruzado de brazos y sin darle la mínima atención a el gran plato de ramyon que había en su mesa.

Beomgyu dudó en decir la verdad pero si lo hacía ya sabía las respuestas. Cualquier ser humano en el planeta con cabeza razonable y ética diría que denuncie a Taehyun, pero eso era imposible. Aunque no del todo, claro que podía hacerlo pero no tenía esa voluntad.

También le parecía algo exagerado, él había parado justo en el momento y por suerte no pasó a mayores. Su virginidad seguía intacta.

Aunque seguía ardiendo del enojo, ¿cuántos días llevaba con el? Dos desde que le chupó el pene y al día siguiente se largara de su casa.

También el hecho de haber metido a su hermana en esto, ¿por qué? Ella no tenía mucho que ver en realidad, la intrusa era ella. Tal vez sin ella Taehyun y él al menos hubieran durado más.

Además esa explicación tan estupida de Taehyun, obviamente se estaba escondiendo algo.

Un recuerdo vago le pasó por la cabeza, aquel momento en el sofá. Él estaba asustado pero realmente... no estaba oponiéndose por completo, estaba asustado y hubiera preferido mil veces que al menos lo dejara procesarlo.

Porque si hubiera puesto atención se daría cuenta que ese agarre, fuerte y firme lo hacía sentir... diferente. Sus besos con dirección a algo más lo hicieron sentir con el vientre ardiendo y esas caricias que lo asustaron, en el fondo se sintieron bien.