"Hasta que logro tener un espacio en tu agenda" se quejo, fingiendo molestia. Había sido tu amigo desde hacia su época de estudiantes, te conocía bastante bien, incluso tu historial familiar no le era desconocido. Esa era una razón mas por la que lo querías mucho y es que, a pesar de lo conflictivo que fue ese pasado tuyo, el nunca se hizo a un lado. Al contrario, durante esa época de caos, fue cuando mas cerca se mantuvo.
"Oh vamos, no exageres, siempre he estado en contacto"
Ibas en el asiento de copiloto, en esta ocasión era tu amigo Nathan quien iba manejando ya que iban en su vehículo. Ese día te había invitado a salir a tomar un poco a un antro muy conocido de la ciudad. Sus salidas habían disminuido considerablemente desde el momento en que habías conocido a Ghost, ya que ese hombre parecía acaparar tu tiempo libre.
"Estar en contacto no es lo mismo que tener tiempo para salir, voy a comenzar a ponerme celoso. Es mas, un día de estos quiero que me lo presentes" como tu amigo solo queria tu felicidad, siempre lo había dejado muy claro, pero no dejaba de encontrar sumamente raro el comportamiento de ese misterioso hombre. Algo en su sexto sentido le decía que había algo mal.
"No seria un mala idea, tratare de convencerlo para que se deje ver" soltaste una ligera sonrisa, y es que la imagen de ver a esos dos conocerse te parecía graciosa, eran tan diferentes. Y conociendo a Nathan, iba a rechazar a Ghost.
"¿Tratar de convencerlo? Simplemente dile que quieres que nos conozcamos, si se niega, solo se volverá mas sospechoso para mi"
"Aun no lo conoces y ya parece que lo odias, tranquilo"
"Con lo que me cuentas me basta para saber que hay algo malo en ese tipo, solo piénsalo, ni su nombre te dice"
"Tu dijiste que esta noche seria solo para nosotros dos, así que por hoy no hablemos de el ¿Ok?" cambiaste rápidamente de tema, no querías tener una discusión, querías divertirte como antes en una simple noche con tu mejor amigo y unas cuantas bebidas encima.
Su destino era visible a poco metros mas adelante, las luces que iluminaban las letras del mismo brillaban en todo su esplendor con colores fosforescentes. A su exterior había una larga fila de jóvenes de todas las edad, incluso podrían jurar que algunos de ellos eran menores que intentarían escabullirse al interior. Pero como todo lugar con bebidas embriagantes y cuyo horario se podría extender hasta altas horas de la madrugada, contaba con un par de guardias custodiando la entrada principal, quienes en caso de ser necesario, verificaban las edades antes de permitirles el paso.
Pero ustedes no tendrían que hacer fila, al menos no esa noche, y es que Nathan había logrado gracias a un contacto, obtener una entrada VIP. Por lo que al mostrarla a los guardias, estos les permitieron entrar directamente.
Hablar era casi imposible dentro, la música estaba a todo volumen y el ruido generado por todas las personas ahí dentro solo lo complicaba aun mas. Nathan y tu fueron a un área un poco mas despejada en el segundo piso, ya tenían una mesa reservada. Desde ese balcón podían ver toda la pista de baile y las mesas ubicadas al rededor de esta. En su mayoría todos eran jóvenes, hombres y mujeres entre sus veintes y treintas. El acceso no tenia limitación en cuanto orientaciones se refería, no era un antro exclusivamente de heterosexuales, por lo que podían verse parejas de todo tipo. El sitio era un lugar de diversión, mientras que no buscaras problemas, podías ser lo que quisieras.
Para entrar en ambiente hicieron su primer pedido de bebidas y al estar en zona VIP, un mesero se encargaba de traerlas directamente a su mesa. Fue así, sin darse cuenta, que perdieron la cuenta del numero de bebidas que habían tomado.
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Misión
RomanceSi alguien te hubiera dicho que en una simple salida a tomar con tus amigos, terminarías conociendo a quien se adueñaría de tu corazón, te habrías burlado en su cara. Pero realmente paso, y no es cualquier hombre, ¡Es un militar! ¿Cuántas posibilid...