Desde hacia un par de horas se dejaron de escuchar tus reclamos al otro lado de aquella habitación donde te habían encerrado. No era una celda, mas bien era una habitación de seguridad dentro de la base en donde se encontraban de paso. El acceso a la misma estaba limitado, Price siendo el único con la llave, y quien solo permitió que esta fuera abierta para permitir que te llevaran agua y algunos alimentos.
Ghost había intentado que Price le permitiera entrar aunque fueran solo unos minutos pero el permiso fue negado. El capitán no creyó conveniente que ambos hablaran, y es que podía notar a su teniente un tanto inquieto, ansioso. Prefirió esperar a que los sentidos de Ghost se hubieran normalizado y estuviera en condiciones de pensar con la cabeza y no con el corazón.
El ambiente dentro de esas cuatro paredes no era mucho mejor, estabas frustrado, parecía que no importaba una mierda lo que tu querías, el destino siempre se las ingeniaba para mantenerte a merced de otros, encerrado o atado. En tu desesperación tomaste un silla metálica que había ahí y la lanzaste en repetidas ocasiones contra la puerta, de antemano sabias que no tenia sentido aquello puesto que la puerta estaba reforzada, pero de alguna manera querías sacar de tu sistema todo aquello que estabas sintiendo.
Pero después de muchos intentos finalmente desististe de pelear o de gritar. Ahora estabas sentado en el piso, cansado y con una garganta adolorida. Ni siquiera tenias el interés por probar la comida que te habían traído, la cual ya debería estar fría en aquel plato ubicado sobre la mesita.
(⧫)
Su habitación estaba en oscuridad completa mientras su cuerpo yacía de lado sobre la cama en posición fetal, las sabanas estaban de manera desordenada a su costado, hacia pocos minutos esa delicada tela había estado cubriendo su cuerpo pero su ansiedad le había hecho arrepentirse a los minutos de usarla y simplemente la hizo a un lado.
Su mente no dejaba de trabajar, estaba constantemente reviviendo los últimos acontecimientos. Estaba realmente feliz, y aliviado, de verte con vida aunque estuvieras enojado con el. Se lo merecía, no podía esperar otro tipo de respuesta.
Pero lo que le causaba ahora pesar era el ver que camino habías tomado, a que te habían obligado. Tu no estabas hecho para ser un mercenario o algún tipo de terrorista, tu eras un civil y así es como debías seguir siendo. No queria ver tu manos mancharse con sangre, ni siquiera deberías estar sosteniendo un arma con ellas.
Ghost no llego al cargo de teniente por nada, era un hombre preparado física y mentalmente, así como alguien obediente que siempre escucho las ordenes de sus superiores, el mejor que nadie sabia que en ocasiones era necesario hacer sacrificios. Pero justo ahora estaba haciendo lo contrario, el simple hecho de abandonar su habitación en medio de la noche para caminar sigilosamente entre los pasillos de la base con destino hacia donde te retenían, significaba que estaba ignorando por completo la orden de su capitán. Esto definitivamente le traería consecuencias pero por una vez eso le importaría poco, después se haría cargo de enfrentar a Price, por ahora solo queria entrar a ese lugar y hablar contigo a solas.
Una puerta, por muy segura que fuera, no lo iba a detener a estas alturas. Así que se las ingenio para poder forzarla de la manera mas silenciosa que pudo, esperando no llamar la atención de nadie mas.
Una vez dentro, sus ojos se ajustaron a la oscuridad de la habitación, para luego comenzar a recorrer su vista en todas direcciones hasta ubicarte. Al ser un lugar pequeño esto apenas tomo un par de segundos, estabas ahí, sentado en el suelo, en una esquina mientras abrazabas tus piernas; esto, a pesar que habían colocado un catre para que usaras.
ESTÁS LEYENDO
Misión
Roman d'amourSi alguien te hubiera dicho que en una simple salida a tomar con tus amigos, terminarías conociendo a quien se adueñaría de tu corazón, te habrías burlado en su cara. Pero realmente paso, y no es cualquier hombre, ¡Es un militar! ¿Cuántas posibilid...