Remordimientos

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Faltaba tan solo un día para lo planeado, por lo que los últimos detalles estaban perfeccionándose. Mientras que los demás daban una revisión a la logística, vehículos y locaciones, Ghost fue enviado a comprar unas cuantas cosas. Obviamente fue discreto al momento de hacerlo, asegurándose de adquirir lo necesario en negocios completamente diferentes y siempre pagando solo en efectivo.

Estaban confiados en que todo saldría de acuerdo al plan, después de todo, eran un grupo mas que capacitado para una misión sencilla como aquella. 

Pero mientras guardaba algunas cosas en su camioneta, no dejaba de pensar como había algo malo en todo aquello. Era ese presentimiento, instinto quizás, que le estaba tratando de decir que pararan todo aunque no pudiera entender el porque. 

Cerro la puerta de la camioneta y se quedo en la misma posición, con su mano apoyada en el vehículo, pensando una y otra vez, repasando lo que se supone que debía pasar el día de mañana. Estaba tan ensimismado en sus pensamientos que reacciono bastante tarde, para cuando su cuerpo y su mente volvieron en si, tus brazos ya lo estaban rodeando, lo habías abrazado por la espalda. 

"¡Ghost! Que sorpresa encontrarte" tu frente descansaba en su amplia espalda, dejando el calor que emanaba su cuerpo te alcanzara.

¿En que momento te acercaste tanto?...No te escucho...no te sintió. Y aquello le asusto. 

"¿Que haces aquí?" trato de no sonar tan sorprendido como realmente se encontraba, girándose lentamente para poder quedar frente a frente, aunque sin romper el abrazo.

"Iba de camino a casa pero me desvié un poco para hacer una compra de..." te quedaste callado, estuviste a punto de confesar que habías ido a comprarle un pequeño regalo para su cita de mañana "Cosas, tenia cosas por comprar"

"Estas algo lejos de casa, ¿No crees?" su mano derecha fue hacia tu mejilla, acariciándola. 

"Vine en mi carro, lo estacione cerca" al momento de sentir su tacto en tu piel, de inmediato se formo una sonrisa en tu rostro. Ghost parecía un hombre rudo pero era realmente amable.

"Vuelve a casa antes de que se haga tarde" ¿Desde cuando tu mirada tenia un brillo diferente? Te había visto tantas veces, así o mas de cerca, y sentía que esta era la primera vez que notaba ese detalle tan insignificante.

"Lo hare, ¿Tu también ya vas de regreso?" las yemas de tus dedos estaban acariciando con sutileza su espalda por encima de la tela de sus ropas, por muchas capas que usara, podías sentir perfectamente esos músculos ocultos.

"Si" 

"¿Te gustaría cenar en mi casa?" el plan era algo improvisado, tu cerebro decidió hacia cinco segundos que era una buena idea. 

"Tenemos una cena programada mañana, ¿Lo olvidaste?" su ceja se arqueo, mirándote con cierto toque de burla y diversión, como si se sintiera ofendido ante la idea que hayas olvidado un encuentro con el.

"Esa es una cita oficial...esta noche, solo quiero eso, convivir contigo" te abrazaste mas a el, recargando tu mejilla en su pecho mientras lo mirabas hacia arriba, casi con un aire suplicante y a la expectativa que cumpliera tu pequeño capricho.

Pero Ghost sabia que tenia que decirte que no. 

"Esta bien" respondió finalmente "Ve a tu vehículo, te seguiré en el mío" 

Tu sonrisa se amplio aun mas, lo soltaste y con toda la alegría del mundo fuiste corriendo hacia tu propio vehículo. Querías llegar cuanto antes a casa, preparar algo rápido pero decente y pasar el resto de la noche con el, ya fuera viendo alguna película, platicando o solamente estando juntos abrazándose.

"¿Que mierda estoy haciendo?" se cuestiono a si mismo mientras te veía alejarte.



                                                                                            (⧫)



Mientras manejaba, enviaba un mensaje a los demás avisándoles que llegaría mas tarde al departamento, omitiendo el mencionar que pasaría unas cuantas horas extra contigo. Sabia que técnicamente no estaba haciendo nada mal, después de todo, mantenerte interesado era parte de su trabajo pero aun así, al menos en esta ocasión, sintió que no debía decirles nada mas.

Siguiendo muy de cerca tu carro, casi pareciendo que te estaba escoltando, fue como se mantuvo a lo largo de varios minutos. Por suerte no se encontraron con demasiado trafico, lo que les permitió llegar en un tiempo considerable hasta aquel lugar en donde vivías. Al llegar, cada uno estaciono su vehículo, su camioneta estando un poco mas lejos. Para ahora ambos ingresar,  un sitio ya bastante conocido para el militar. 

Quizás vivías solo pero aun así eras capaz de darle ese calor hogar, algo que en el departamento que utilizaba con los demás miembros de la 141 no era posible. Una vez que todo ese teatro terminara, no solo dejarían el departamento, sino que también la ciudad y hasta el país. 

Una punzada de remordimiento se sintió en su pecho mientras te veía tan alegre ir hacia la cocina, la mitad de tu cuerpo rebuscando dentro del refrigerador los ingredientes para alguna receta que quizás domines. 

¿Qué seria de ti después de la misión?

Esa respuesta era algo desconocido pero una cosa era mas que segura, después del día de mañana, lo odiarías. Todas estas atenciones que tienes y tendrías con el, todo ese cariño, se tornaría en algo mas oscuro.

Su cuerpo se movió en automático, sentándose en una de las sillas altas que iban a juego con la pequeña barra en medio de la cocina. Observaba tu espalda, el como usabas un cuchillo con cuidado para cortar algunos vegetales mientras que al mismo tiempo estabas al pendiente de algo que tenias en la estufa. Se imagino este mismo escenario en otras circunstancias, uno donde no estaba ahí sentado solo por cumplir su trabajo, sino por voluntad propia, una realidad en la que se conocieron por obra de casualidad. 

Se encontró a si mismo sonriendo ante aquello. No sonaba nada mal, la verdad. Incluso a un tipo como el se le podía permitir tener uno de esos sueños. 

Pero la realidad era completamente diferente, el estaba no solo comprometido, sino que casado de por vida con su trabajo. Las misiones siempre eran prioridad, salvar a sus compañeros y eliminar terroristas por el mundo era su único propósito en la vida. Por eso había decidido ser un militar, para dedicar su vida a un bien mucho mayor.

Tener un momento así, una simple cena familiar y viviendo como un civil mas...fue algo a lo que renuncio hacia tanto tiempo.

Pero al menos por esta noche se dejaría a si mismo disfrutar de esta experiencia por primera y, quizás, ultima vez.

Fue así como dejo su lugar, se encamino hacia ti y ahora fue el, quien te abrazo por la espalda. Era bastante mucho mas alto que tu, por lo que podía descansar su barbilla sobre tu cabeza sin ningún problema. Sus brazos rodearon tu cintura, atrayéndote hacia el, presionando sin tratar de disimular que queria sentir un poco de contacto humano...de ti.

"¿Quieres que te ayude en algo?" susurro mientras te veía sorprenderte por su repentino actuar.

Tu rostro se giro, buscándolo con la mirada, estabas feliz de ver como poco a poco el se acercaba a ti, te buscaba, era tan considerado. Cuando sus miradas se encontraron, fuiste testigo como Ghost tenia un semblante diferente, algo mas relajado a lo habitual. 

"Déjame consentirte esta noche...y mañana será tu turno de sorprenderme" 

Ghost solo asintió, sonriéndote aun a sabiendas que probablemente a esa misma hora pero del día siguiente, borraría por completo esa bonita sonrisa de tu rostro.

Te abrazo un poco mas fuerte, girándote y haciéndote enterrar tu rostro en su pecho. Su rostro descansaba en tu cabello, absorbiendo tu aroma mientras cerraba sus ojos.

"Perdóname" susurro para sus adentros.


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