Juegos de confianza

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¿Confiar en Ghost por segunda vez?...por supuesto que no. 

Tan pronto como el te daba la espalda, por tan corto que fuera el lapso de tiempo, siempre tratabas de alejarte disimuladamente de el. Pero el muy maldito siempre se daba cuenta, y ya fuera sujetándote por la ropa o directamente de uno de tus brazos, te hacia volver a su lado una y otra vez.

Después de varios intentos fallidos optaste por un cambio en tu estrategia y poco a poco comenzaste a cooperar con el. Te mantenías quieto donde el queria, aun con las puertas o ventanas abiertas no escapabas e incluso comenzabas a platicar algunas cosas con el, nada realmente importante, sino mas bien cosas triviales como el clima o la comida. Solo tenias que seguir así mientras Ghost bajaba la guardia, te podría tomar unos días o semanas, pero valdría la pena. Y después de haber permanecido tanto tiempo encerrado bajo el yugo de tu hermano, ya estabas algo acostumbrado a estar retenido contra tu voluntad.

En una ocasión, Ghost te informo que estaría un poco ocupado con Price, por lo que tendrías que permanecer encerrado en la habitación que te habían asignado, la cual estaba justo al lado de la suya. No pusiste ninguna resistencia y aceptaste gustoso el permanecer ahí dentro.  Cuando Ghost salió de tu habitación, esperaste un tiempo prudente. Salir de inmediato era muy riesgoso, ese hombre aun podría estar poniéndote aprueba y quizás estaría de pie al final del corredor esperando a que salieras. Tu mirada se quedo fija en el reloj de la pared y dejaste que los minutos fueran pasando hasta que lo consideraste necesario. Para tu sorpresa, tu puerta no fue cerrada con llave, en cuanto giraste la perilla esta se abrió y pudiste salir de ahí. 

Por lo pronto no debías alejarte mucho de tu habitación, al estar en la base podrías encontrarte con cualquiera y eras muy consciente que Ghost y ese capitán suyo, habían dado la orden a todos ahí para que te mantuvieran vigilado, en especial, a que no te acercaras a ninguna salida. Por ahora solo tendrías una pequeña exploración  y tu primer objetivo fue la habitación de Ghost, la cual estaba también abierta. 

Aprovechaste ese descuido y cerraste la puerta detrás de ti de la manera mas silenciosa posible. Primero observaste todo a tu alrededor, definitivamente era un hombre muy básico, solo tenia lo básico, una cama, un escritorio, un closet pequeño y una puerta que daba al baño privado del teniente. No había nada realmente personal ahí como fotografías, algún poster o cosas por el estilo. 

"Que aburrido..."

Fuiste hacia el escritorio, este estaba totalmente limpio, pero abriste sus cajones y solo encontraste un montón de papeles sobre algunas misiones pasadas de el y algunas anotaciones que parecía que el hacia. Nada importante. 

Lo siguiente fue dar un vistazo rápido al closet. Para tu decepción no fue muy diferente al escritorio, apenas había un par de chaquetas, todas de color oscuro. Algunas sudaderas con capucha y en la parte inferior unos pares de botas diferentes. Pero también notaste como había una pequeña mochila, curioso te hincaste en el suelo y abriste la misma, cuando viste lo que contenía una sonrisa se formo en tu rostro...eran sus  cuchillos. Ghost tenia muchos, que tomaras uno no haría gran diferencia. Lo escondiste entre tus ropas para luego cerrar la mochila y acomodarla en su lugar nuevamente, asegurándote que luciera igual que antes para luego cerrar el closet. Como ultimo paso, diste una rápida mirada al baño, pero hay no había nada sorprendente, solo unos cuantos artículos de higiene personal y unos frascos con pintura militar en color negro. 

No queriendo arriesgarte demasiado, volviste a tu habitación y procuraste esconder el cuchillo en un lugar seguro y poco visible. 

"Ahora es tu turno de saber que es ser traicionado, Ghost..."




                                                                                                 (⧫)

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