Punto sin retorno

461 52 10
                                    

Fuego.

Las llamas se esparcían a una velocidad preocupante por todos los pasillos de aquella base en donde te encontrabas. Desde hacía bastante tiempo habías abandonado tu habitación para refugiarte en otro lado, desde el cual podías ver como todos los demás soldados corrían de un lado para otro, tanto para ayudar heridos como para intentar apagar las llamas con ayuda de los extintores repartidos por todo el sitio.

La base temporal en la que estaba la unidad 141 estaba bajo ataque, cortesía de tu hermano.

Ghost se confió demasiado cuando te llevo con ellos, al momento de llevarte directamente a su base se debió haber cerciorado que no llevaras contigo ningún dispositivo que compartiera tu ubicación en todo momento. La paciencia es una virtud, una que habías logrado adquirir en tu tiempo de recuperación. Ya era hora de que Ghost y compañía comenzaran a sufrir los efectos de sus propias acciones. Aquello había tomado bastante tiempo para planearse pero ahora que lo presenciabas sabias que había valido completamente la pena.

Aun no tenías un medio de comunicación directa con tu hermano pero estabas esperando aquella señal que te mostrara el posible punto de extracción de esa base. Mientras tanto, procurabas mantenerte escondido, armado por ahora con aquel cuchillo que le robaste a Ghost.

Para tu fortuna, aquella espera fue más corta de lo pensado, y contemplaste como un helicóptero dejaba caer una bengala de humo al suelo, marcando un punto a unos tantos metros de tu ubicación. Con una señal tan visible, deberías de ser más rápido para llegar hasta ahí, difícilmente aquel caos dejaría fuera del juego a los miembros de la 141. Ya sospechabas que debían de estar en algún lugar estratégico esperando que dieras algunas señal para ir tras de ti, especialmente Ghost.

Por ello tuviste que sacar provecho de la situación, utilizando el humo del fuego para cubrir tu avance hacia el helicóptero. Pero como era de esperar, cuanto más cerca estabas, mas enemigos se aproximaban a ti.
Dentro del helicóptero se encontraba tu hermano, quien estaba armado, y para ayudarte a llegar comenzó a dispararle a todos los que estaban tras de ti, dejándote un camino limpio. Ahora solo estabas a unos cuantos pasos y serias libre pero nuevamente alguien intervino, era aquel hombre llamado Soap quien te tacleo, tumbándote al piso de manera brusca.

"No vas a ir a ningún lado" te gruño a la cara. Estaba furioso no solo por los daños que había recibido la base, sino también por todos los heridos, todo a causa tuya.

Comenzaste a forcejar con ese tipo, cosa que era un poco complicada para ti, el maldito era muy fuerte y te estaba reduciendo sin mucho esfuerzo, al parecer. Pero no importa cuanta fuerza física tenga una persona, nadie puede resistir un disparo, y eso fue exactamente lo que Soap recibió en uno de sus hombros, provocando que tuviera que caer hacia atrás, liberándote en el proceso.

"!Johnny!" El grito de Ghost se escuchó no muy lejos de ambos, lo cual te puso alerta.

De inmediato te pusiste de pie y comenzaste a correr hacia tu hermano, si Ghost te atrapaba sabias que sería el fin.
El helicóptero comenzó a elevarse, por lo que cuando llegaste hasta ahí tuviste que saltar un poco para poder alcanzar uno de sus patines de aterrizaje, sujetando con fuerza de él. Tu mano libre la extendiste hacia arriba para que tu hermano la tomara y te ayudara a subir pero antes de que aquello pudiera pasar, algo sujeto con firmeza tu tobillo y te jalaba hacia abajo. Miraste hacia aquella dirección y te encontraste con un furioso Ghost, quien había logrado aprisionar en el último momento tu tobillo.

"¡Suéltame!" Le gritaste mientras agitabas tu pierna para poder liberarte de él.

"No vas a escapar, no lo harás" Siseo. Si observabas bien su mirada, podías ver como sus ojos ardían por algo que iba más allá de la furia o el enojo.

MisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora