P a s e o s p o r R i v e n d e l l

10°

///Capítulo dedicado a @eden_wag\\\

Tras esto, unos pasos se hicieron notar.

-Vaaaaaaale, alguien es tan amable para explicarme que acaba de pasar- intervino la mayor de los hermanos regresando de donde sea que haya ido.

-Que creo que Lindir es ciego- dijo Elrohir sin moverse del sitio con la mirada todavía en el mismo punto en el que el pelinegro estaba hace tan solo unos segundos
-no digas tonterías, Elladan, ¿Qué ha pasado?- pero para cuando la bella dama dió la vuelta sobre sus talones, el joven  ya no se encontraba en el lugar -¿Elladan?- un suspiro acompañó a la pregunta.

Tras esto ambos hermanos abandonaron el lugar dirigiéndose a sus respectivas habitaciones.

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En los jardines de la casa de Elrond, el anteriormente nombrado junto a la dama de Lorien y al rey elfo, que se encontraban tranquilamente mientras paseaban.

-Algo te perturba- la suave voz de la dama se hizo sonar casi como un susurro en el cómodo silencio que se había formado entre ellos, el
medio-elfo se mordió ligeramente el labio inferior para después bajar lentamente la mirada

-Me preocupa sus motivos de la visita mi señora, Elessar a decidido tomar su puesto como rey... Lo lamento, pero...- Elrond no supo continuar. La dama de Lorien, al entender que el medio-elfo no iba a continuar, decidió tomar la palabra.

-he venido para entregarle un presente- susurró la dama, de inmediato el lord se calmó y observó de reojo al rey que se entretenía acariciando la suave corteza de un pequeño roble que había a su lado.

-¿De qué se trata?- interrogó Elrond intentando sonar lo menos preocupado posible, la elfa mayor rió, pues el menor no tenía 'cara de poker'. Al momento, la mujer sacó una pequeña bolsa que contenía una cajita diminuta de madera. Lord Elrond la cogió de la mano de Galadriel cuando esta se lo ofreció.

Cuando la abrió, un hermoso collar a juego con un anillo. De inmediato, Elrond levantó la cabeza hacia la dama con los ojos abiertos como platos.

-¿...Esto... es...?-
-Si, Celeborn me lo regaló a mí. Y ahora, le pertenece a el...- La dama miró fijamente a Elrond -mi nieta... le regaló algo parecido...- el medio-elfo asintió acordándose del día en el que el mortal regresó después de la guerra del anillo... ese día se lo pasó consolando tanto Arwen como Aragorn... ese día, ambos se dijeron adiós.