P a s e o s p o r R i v e n d e l l

4°

-mi señor Elrond, el rey Thranduil ya ha venido- dijo Lindir
-dejarle pasar, llevarlo hasta la sala da reuniones-
-si mi señor-

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-Buenos días Elrond, esto está precioso- dijo el rey elfo
-Buenos días, gracias, me alegra que sea de su agrado-.

Thranduil y Elrond se quedaron hablando mientras que los hijos de Elrond llevaron a cabo su plan.

-Padre, he preparado algo de cena- dijo la menor de los hermanos
-¿y las cocineras?- preguntó Elrond
-tienen la semana libre, ¿No lo recuerda?- 

Elrond hizo una mueca de incredulidad cuando se acordó, esa semana era festivo.

-está bien, ahora vamos, ¿Thranduil?- el rey elfo estaba con la mirada fija en el infinito, sin embargo sus pensamientos fueron interrumpidos por el mayor.

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Estaba pensando en Legolas cuando Elrond le sacó de sus pensamientos, estaba preocupado. No sabía como iba a reaccionar ante el lïrōthen, pero lo que más le preocupava era que la història se repitiera.

-Sinceramente en estos días que he estado en Rivendell he estado algo distraído, y no sabría explicar el porqué, simplemente cada vez que Elrond está cerca me pongo tenso y nervioso- pensó el rey.

-¿Estás bien Thranduil?- preguntó el elfo con preocupación
-si, si, estoy bien-
-¿Seguro?- interrogó el mayor con una sonrisa sincera, lo que causó un leve sonrojo al señor del reino del bosque (nombre del reino de Thranduil en español (España)
-s-si, si, estoy bien, voy a prepararme- sin más, el rey abandonó el lugar.

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Cuando todos estuvieron listos entraron al enorme comedor. En la mesa había una cantidad de comida impresionante.

-Vaya, ya has superado hermanita- alabó Elladan
-gracias Elladan, la verdad Lindir me ha ayudado mucho a prepararla-
-a todo esto, ¿Dónde está Lindir?-

-aquí mi señor Elrohir- de inmediato (Lindir) dirigió su mirada hacia el otro hermano, al qual saludo con una breve reverencia
-Lindir, ¿Por qué no te sientas a cenar con nosotros?- preguntó Arwen -te puedes sentar al lado de Elladan-
-bueno....yo....-
-¡perfecto!- la hija del Lord empujó a Lindir por los hombres y lo sentó en una de las vacías sillas de alrededor de la mesa.

La cena transcurrió con normalidad entre bromas y risas.

-Desde luego, trate de detenerlo pero- El medio-elfo detuvo su narrativa cuando se dio cuenta de que su remitente estaba 'ausente'
-¿todo bien Thranduil?-
-he? Si, si, lo siento, estoy algo cansado- se excusó el rey
-tranquilo, te comprendo- dijo con una sonrisa sincera provocando un leve sonrojo en el rey.