01: Another Imperfect Day

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01: Otro Imperfecto Día

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01: Otro Imperfecto Día


Mara salió junto con dos de sus amigas del salón, caminando y esquivando a los muchos alumnos que habían en los pasillos. Por fin habían salido de la clase de física que tanto odiaban y tenían el fin de semana completo para descansar. 

-¡Al fin!- exclamó cansada Mara, estirando los brazos.

-Pensé que nunca terminaría- dijo una de sus amigas, Layla.

-Yo también- le respondió la tercera del trío, Rachel -¡No puedo creer que esa profesora siga dando clases!

-Yo no puedo creer que siga viva- dijo Mara con una sonrisa agotada.

Sus amigas rieron. Siguieron hablando hasta salir de la secundaria. Mara con tranquilidad, respiro el frío, pero fresco aire que había. Algo que muchos no sabían era el amor que sentía Mara por el invierno y a la nieve que caía en la gran ciudad de Nueva York. Aunque prefería más la primavera.

-Aun no puedo creer como te gusta el invierno, Mara- dijo Layla, mientras se abrazaba a ella misma.

La chica la miró sonriendo. Ya estaba acostumbrada a que Layla le reprochara todos los inviernos su gusto por la estación.

-Layla si quieres te puedo dar mi gorro- dijo señalando su gorro blanco con un pombón peludo en la punta.

-No, no gracias, no quiero oler a shampoo de bebe- bromeó su amiga.

Mara se rió sarcásticamente -Muy graciosa, para tu información ese shampoo me deja el pelo suave y sedoso.

-¿Como piel de bebe?- preguntó Rachel riendo. Mara la golpeó.

-Están muy graciosas hoy, eh- dijo, acomodando el gorro en su cabeza -Bueno me tengo que ir, estoy muy cansada.

Se despidió de sus amigas, dirigiéndose al estacionamiento de la escuela donde estaba su bicicleta. Con cuidado sacó el candado y la correa, metiéndolos en su mochila. Se subió en la bicicleta, poniéndose un casco con diseños de flores de todos colores, un regalo de su padre.

Manejo por las calles, tomando algunos atajos donde hubiera poca gente circulando. Mara había escuchado que los deliverys de Nueva York sufren más accidentes en la vía pública. Por lo que prefiere ir por lugares menos transcurridos. Como dice Don, "Mejor prevenir que curar".

Al llegar al enorme edificio donde vivía, se bajó de la bicicleta y entró con ella al edificio. Entró por la puerta de su casa, sin antes dejar la bicicleta afuera de esta.

-¡Hola cariño! ¿Cómo te fue?- escuchó la voz de su madre desde uno de sus cuartos.

-¡Bien, mamá!- le respondió la chica, sacándose el casco y la mochila de encima.

DANCING QUEEN/Night at the MuseumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora