Hyeana || MLB

021

Adrien necesita dejar de arrastrarme a todo lo que hace. Bueno, por suerte aún no me ha pedido que pose con él en alguna sesión de fotos. Y creo que he dejado bien en claro que ser modelo no es un sueño mío. Esto por lo menos se le acerca a una de mis aficiones más grandes, pues se trata de doblaje. 

Realizaron una película animada de Ladybug y Chat Noir; en la que Hyeana no sale, lo cual entiendo, porque soy relativamente nueva; y le pidieron a Adrien que haga la voz de Chat Noir. A todo esto, él me postuló para ser la voz de Ladybug. Y tuve que bancarme decir sus líneas. Solo acepté porque el cine es algo que me gusta, y la cinematografía animada siempre ha sido una incógnita mía. 

Sin embargo, no esperaba que mi primer acercamiento fuese darle voz a un ser odioso. Lo admito, Ladybug no me agrada. ¿Qué más le voy a hacer? Incluso en la película me caía mejor que en la vida real. 

La fiesta de estreno es solo en unos minutos. Invité a Luka, pero pescó un resfriado, para mi mala suerte.

Adrien dijo que una amiga suya iba a venir. Kagami. No sé quién es, pero parece ser que Gabriel deja que se le acerque tanto como yo lo hago. Me supongo que ve beneficios en establecer lazos con la familia de la chica. Además, por lo que me ha contado el rubio, la madre de Kagami es casi tan estricta como lo es el señor Agreste. Debió ser sencillo que se llevaran bien al instante. Unidos por los traumas.

Quiero conocerla. Me gustaría llevarme bien con ella, ya que se lleva bien con Adrien. No me ha hablado mucho de ella, a excepción de que practican esgrima juntos. Además de eso, no tengo mucha información sobre ella. Ah, y que su madre no le da mucha libertad. Eso es todo. Es comprensible no saber mucho de ella cuando ni siquiera tiene la libertad de darse a conocer a los demás. Probablemente, la habría conocido antes si fuese así.

—¿En serio siempre debes vestir algo diseñado por tu padre?— le pregunto una vez que he bajado hasta donde él se encuentra, esperándome para irnos juntos.

—Soy embajador de la marca— se encoge de hombros, como si fuese lo más natural para él.

—Eres el único embajador de la marca— le recuerdo, a lo que él ríe un poco—. Si te das cuenta, incluso dejas que él controle lo que usas.

—De acuerdo, debes dejar de ver videos sobre conspiraciones— abre la puerta para que suba al auto.

—¿Qué hay de divertido en eso?— me quejo mientras entro al auto.

Adrien sube detrás de mí y cierra la puerta de pasajeros. El chofer nos lleva hacia donde será el estreno de la película.

En el asiento delantero se encuentra Nathalie, sosteniendo una tableta por la cual va a conectar al señor Agreste, como siempre. No lo entiendo, si ya ha salido para otros eventos, ¿por qué no este? Aunque lo entiendo. La última vez lo hizo porque Adrien había estado en peligro y ahora se trata de una película animada de Ladybug. Prioridades.

—Gracias por siempre acompañarme en estos eventos— sonríe Adrien, y me habla con ese tono suave y meloso que me causa escalofríos—. Sin ti, seguiría asistiendo solo. Así es más divertido.

—Claro, a donde vaya yo, habrá diversión— me echo el cabello hacia atrás con altanería, a lo que Adrien ríe por lo bajo—. ¡Ah!— golpeo mi puño contra la palma de mi mano—. Mi madre quiere conocerte. Dice que la primera, y última, vez que te vio, eras un recién nacido.

—¿En serio? Sería lindo conocerla.

—Yo creo que sería mejor esperar a que la construcción del hotel concluya, pero ella dice que no quiere esperar. Eres el primer amigo que le voy a presentar y quiero que sea especial, solo que ella no tiene paciencia— niego con la cabeza.