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Una joven hermosa, millonaria y muy pronto mamá: Lalisa Manobal.

Reí por el título que acompañaba al artículo. No era la primera vez que sacaban algo sobre Lisa, pero esta vez me causó mucha gracia.
Lisa desde muy joven estuvo a la vista de los medios debido a su historial familiar y no pudieron pasar por alto el hecho de que a tan temprana edad formó parte de la cadena de negocios de su familia hasta que llegó a tomar el control por completo.

Me dió una mirada burlona cuando coloqué el blog sobre su escritorio. Hizo a un lado los cheques que tenía en mano para leer nuevamente el título del artículo.

—Me dijeron "joven y hermosa"— rodé los ojos ante su aire egocéntrico.

— ¿Por qué no mencionan que estás casada?— bufé.

—Lo dicen dentro del artículo, Jen.

—Debería ir en el título.— aclaré cruzándome de brazos.

Ella rió levantándose del escritorio para venir hacia mi y rodearme con sus largos brazos.

—Creí que tus hormonas locas se habían ido.— murmuró contra mi cuello, en donde luego empezó a dejar pequeños besos.

{•••}

—¿Qué te gustaría que fuera?

Pregunté aun cuando sabía la respuesta. Lisa miraba con tanta ilusión las prendas de bebés, específicamente la ropa para niño. Y bueno, hace unos meses afirmó que nuestro bebé sería un niño.

Después de haberla acompañado un rato en su oficina y que se burlara de mi y mis desenfrenadas hormonas, decidimos pasar por el supermercado para conseguir ciertas cosas que faltaban en la cocina.

—Seré muy feliz con lo que venga, Jen.— se escuchó honesta.— sólo que... siempre he estado rodeada de mujeres, nunca vi en mi familia un bebé varón.

Lisa había estado rodeada de mujeres toda su vida, y no solo en su familia. Era completamente bendecida al haber sido la única mujer que la cautivara, a la que amara y estuviera con ella de esa forma.

—¿Utilizarás esto?— preguntó desde una esquina con una caja en manos.

Me acerco a ella dejando el tetero que estaba "viendo" aunque en realidad me había sumido en mis pensamientos por completo, sí, ese es el efecto Lalisa.

"Extractor de leche" abrí los ojos al ver las imágenes que incluía.

—No lo sé, habría que preguntar, seguro debo saber primero si produzco lo suficiente para extraerla ¿no crees?.— ella asintió mientras miraba otras cosas sobre la percha.— Aunque al inicio planeo darle pecho.— agregué.— luego iremos viendo.

—Estoy bien con eso.— concordó tomando la caja de mis manos para colocarla en su lugar. Abusaba de su estatura.— ¿A que sabrá tu leche?

Reí negando ante su curiosa pregunta. Ella me miraba atenta, así que solo levanté los hombros mientras seguíamos por los pasillos.

—Deberé probarla.

—No.

—¿Por qué?— frunció seria.

—Porque es la comida de nuestro bebé.— dije obvia mientras tomaba algunos protectores y los colocaba en el carrito.

—Tus pechos están creciendo, tendrás mucha leche.

—Basta Lisa.— reí nerviosa, aún ella mantenía su expresión seria e inmutable.— te dejaré probarla.— digo finalmente retomando el paso esperando que me siguiera, sonreí internamente escuchando nuevamente el ruido que provocaba el carrito.

—Jen, ¿Me dejarás succionarla de ti?

—¡Lisa!— chillé por lo bajo volteando a verla. Ella ahora me miraba burlona. Revisé a nuestro alrededor para asegurarme de que nadie haya estado lo suficientemente cerca para escucharnos.— basta.

{•••}

Lisa conversaba por teléfono con Jisoo a lo lejos mientras yo esperaba ser atendida en la pequeña cafetería dentro del supermercado. Tenía mucha curiosidad, Lis sonreía a lo que sea que Jisoo le decía del otro lado, al parecer habían buenas noticias por parte de nuestras dos mejores amigas.

La más alta de vez en cuando volteaba para asegurarse de que no necesitara nada por si me estaban atendiendo.

Los antojos, al igual que las hormonas locas y vómitos, aún no habían desaparecido, o al menos no del todo, y justo ahora me encontraba haciendo fila para cumplir uno de ellos.

El olor me traía loca así que cuando fue mi turno internamente grite de la emoción. Aunque creo que esta fue muy notoria, ya que cuando llegué a caja el chico me dio una sonrisa divertida.

—¿Qué deseas guapa?

Le di una sonrisa evitando que se notara mi asombro por su atrevimiento y desvié la mirada hacia los rollitos de canela que se encontraban en vitrina.

—Cuatro rollos de canela, por favor.

El asiente con la misma emoción mientras registra el pedido.— ¿Algo más? — negué— Ya regreso.

Voltee mi cuerpo en busca de la figura de Lisa, pero simplemente había desaparecido, o al menos no estaba cerca de mi visión.

—Linda.

El muchacho llamó regresando mi atención, este extendía hacia mi una pequeña bolsa de papel.
Agradecí extendiendo el efectivo y recibiendo el pedido

—Esto es cortesía de la casa.— extendió unos mini rollos de canela dentro de un recipiente de plástico.

Estaba segura que me brillaron los ojos como niña pequeña con juguete nuevo mientras los veía.

—¡Están lindos! Muchas gracias.— le regalé una enorme sonrisa, cuando está apunto de decir algo más Lisa llegó junto a mi mientras guardaba su celular.

—¿Nos vamos amor?— su mirada recae en lo que llevaba en mano y en el muchacho frente a mi quién aún llevaba su enorme sonrisa— se está haciendo tarde.— continuó tomando la bolsa de mi mano.

Asentí.— Muchas gracias...— me acerqué un poco para leer el pin que llevaba su nombre— Jean.

—Un gusto Jennie. Extrañaba verte en el programa.

•••

Espero y se encuentren bien 🫶🏼

Gracias por leer.

Mamás  •JLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora