14.

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—¿Plan de hoy?— preguntó Jisoo desde la cama mientras veía atenta la televisión y llevaba un puño de palomitas a su boca.—Eres un completo mandu Jennie, qué linda.

Miré hacia allí tras aquel comentario, y efectivamente, si antes parecía un mandu, ahora era uno con mucho relleno o simplemente yo estaba exagerando.

Regreso mi atención al espejo que dejaba ver mi cuerpo entero mirando mi aspecto. No estaba mal, sí había ganado un poco de masa en mi trasero, muslos y pechos pero no era a exagerar, simplemente era muy evidente que estaba embarazada.

Embarazada de Lisa.

—¡Nosotras ya tenemos planes!— se quejó Rosé a su lado. A través del espejo pude ver cómo la rubía empujó a Jisoo sin despegar la mirada de su celular y ésta al instante sobó su brazo aun con la atención puesta en el programa.

—Pero ellas pueden acompañarnos.— finalmente habló despegando la mirada de la televisión debido al corte comercial.—¿Jennie? ¿Qué haces? — frunció y ante su cuestión Rosé despegó la mirada también del móvil para verme con la misma expresión de la morena.

Solté un bufido regresando a verlas.— viendo cómo no me cierran los pantalones.

Rosé sonríe divertida.— Tienes buen trasero. Lisa debe estar insaciable.

—La insaciable es otra.— se quejó la más alta entrando a la habitación con una bolsa en mano.

—Y a ti que no te gusta.— se burló Jisoo regresando su atención al programa.— Me gusta tu outfit.— asegura haciendo que las otras dos mujeres mirasen hacia dónde ella.

Decido hacer lo mismo rindiéndome con mi pantalón número cinco tomando asiento en una esquina de la cama. Ahora hacía parte de un programa de noticias sobre famosos y/o gente del medio nacional, el cual era grabado los viernes después del programa de las mañanas, para poder transmitirlo los sábados a las 14:00.

Un trabajo más, un dólar más.

—Este es con elástico.

Lisa extiende la bolsa que traía en mano hacia mi con una sonrisa.

—Gracias, Lili.— acaricio su mejilla antes de levantarme de la cama y quitarme el pantalón para sustituirlo con el que ella había traído.

Desde temprano notó mi frustración al querer colocarme un jean y ver que no cerraba o simplemente debido al ancho de mis caderas ya no pasaba.

—Creo que empezaré a usar vestidos.— comento luego de un suspiro, viéndome nuevamente en el espejo al mismo tiempo que Lisa, ella asiente con una sonrisa antes de abrazarme por detrás y dejar un sonoro beso en mi mejilla.

La tarde se resumió en salir de casa una vez que Jisoo terminó de ver el programa. Por otro lado, Rosé realmente estaba muy entusiasmada con la idea de mañana, disfrutábamos verla tomar una que otra cosa y hablar desesperada por teléfono para lo que sea que estuviera cotizando.

—Jen.— Lisa se acercó mirando atenta a lo que tenía en manos.— saldré un momento con Jisoo.

Tanto, Rosé como yo, despegamos la mirada de los accesorios de bebés para ver a Lisa, quien nos regaló una media sonrisa, me limité a asentir y Rosé a sonreír como respuesta.

Cuando Lisa se ha alejado lo suficiente puedo escuchar el suspiro de la rubia junto a mi, ella había regresado a ver lo que tenía en manos.

—Sé que quieres decir algo.— habló sin mirarme.— o preguntar, no sé. Pero lo puedo notar.

Levanta la mirada hacia mi mordiendo su labio inferior nerviosa.

—¿Cómo te sientes? No hemos conversado Rosie.

—Hemos estado muy ocupadas.

—Estoy bien.— continuó al notar que no dije nada.— si quieres saber si hemos vuelto a discutir, la verdad es que no. Ella... ella parece estar bien con todo y hemos logrado ser lo más sinceras esta vez.

—Me alegra escuchar eso.— digo acercándome a tomar una de sus manos.— Ahora no es el momento, así que espero y puedas pasar pronto por casa después de todo esto.— hablé haciendo referencia a lo que pasaría mañana.— que no te pregunte directamente no quiere decir que no me interesa saber cómo estás Rosie, es solo que no se si es el momento correcto.

—Lo sé, Jen.— sonrió

—Siempre estoy y estaré.— aseguré.— menos el día que este en la sala de partos porque estaré abierta de piernas trayendo al mundo a nuestro bebé.

Soltó una risita antes de continuar

—¿Cómo es que un montón de hombres desconocidos van a conocer tu vagina y nosotras no?— reprochó en broma.

—Privilegios que no todos tienen.

—Envidio a Lisa.

Para otros este tipo de bromas podría resultar incómodo, pero las cuatro nos reíamos mucho de esto.

Luego de aquel momento nos dedicamos a seguir viendo algunas cosas para lo del día de mañana. Sentí alivio cuando ambas mujeres regresaron riendo, una parte de mi temía que el ambiente cambiara ante su regreso, pero no fue así. Lisa me regaló esta vez una sonrisa mostrando sus dientes para luego darme un beso corto.

—No usen nuestra cama.— advierte la morena junto a mi mientras ve a ambas chicas bajar del auto.

—Cállate Lisa.— regañó Rosie tomando las bolsas.

Lisa sonríe divertida mientras las ve por el espejo retrovisor. Estaba claro que ellas no usarían nuestra recamara, es más, ellas tenían una habitación en nuestra casa, pero Lisa amaba fastidiarlas.

—Procura mantener la boca cerrada, no quiero que los vecinos piensen que mi gata está alunada.— molesta una vez más.

Rosé jadea indignada saliendo finalmente del auto.

—No planeo quitarle ese papel a Jennie.— reí fuerte dándole un zape.

—Cállense, ya vámonos.— Jisoo tiró de Rosé finalmente alejándose del auto, no sin antes que la rubia le mostrara el dedo de en medio a mi mujer.

—Ellas van a estar bien.— asegura después de un rato aún viéndolas alejarse.

Regreso mi mirada a ella, quien mantiene una dulce sonrisa en su rostro.

—Yo sé que sí.

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July 19

Mamás  •JLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora