23.

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—¿Qué tal?

Lisa era la persona menos indicada a la cual yo debía preguntarle sobre mi aspecto. Eso lo sabía. Ella siempre diría que me vería hermosa así yo llevara un estilo que no combinara.

Consciente de lo más pronunciada que está mi barriga había optado por usar tops de algodón evitando usar varillas que causaran incomodidad o dolor an mis pechos, y pantalones sueltos e incluso largas faldas dejando mi barriga descubierta.

—¡Estas hermosa, Jennie! Eres muy hermosa amor.

Fue lo que dije. Nunca me vería fea ante los ojos de Lisa. Aún cuando ahora tenía unas libras demás.

—Tal vez deba pedir la opinión de Jisoo.

—Jisoo no sabe amor, es más, es un milagro que haya conseguido a alguien como Rosie.

Reí saliendo de la habitación con ella siguiéndome.

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—Muy bien. La actividad de hoy me emociona.— aplaudí emocionada viendo a Lisa sonreír desde el asadero.

Tenía a las tres mujeres sentadas frente a mi viéndome con una enorme sonrisa. Yo estaba de pie frente a una pequeña tabla en donde colgaba un papel en el cual obvio empezaría a escribir.

—¿vamos a jugar?

—Nos van a ayudar a ¿opinar?— miré a Lisa quien levantó los hombros a la par que asintió.— aunque al final Lisa y yo tomaremos la decisión.

—Locas.— bufó Jisoo. Rosé le dio un codazo al ver mi mirada amenazante.— No me mires mal Ruby, sino ese niño va parecer más mío que de Lisa.

Rosé, Chitthip y Lisa rieron. Yo solo rodé los ojos.

—Anotaré los nombres de mi bebé. Les diré cuáles llaman nuestra atención y solo ustedes van a opinar. Nosotras conversaremos después.

No supe si fue una buena idea. Ese pequeño evento el cual planeé que durara no más de media hora duró casi dos, a veces se desviaban de la conversación y tenía que enojarme para que la retomaran. Llegué hasta cansarme de tanto beso que me daba Lisa según para calmar mi humor.

—Juguemos Ping pong. — sugirió Jisoo colocándose de pie junto a su vaso de wishky. Lisa asintió siguiéndola de la misma forma. Para dicha actividad no se alejaron tanto. Así que podíamos verlas a la perfección.

—Iré a darle una vuelta a los niños.—dijo Chitthip colocándose de pie, le sonreí como respuesta antes de que ella tuviera que ingresar por la puerta de la cocina.

—Te ves increíble, Jen.

Rosé comía cerezas analizando mi aspecto. Sonreí ante su alago bajando a mirar mi barriga igual que ella. Una línea poco visible ya se había trazado en la mitad de la misma, era raro, no se veía mal, pero Davis me había dicho que a toda mujer embarazada se le hacía.

—Quiero intentarlo.

Subí la mirada viéndola sorprendida. ¿Había escuchado bien? Ella sonrió levemente girando su cabeza hacia donde se encontraba Jisoo antes de tener que regresar a verme. Sus manos recorrieron el largo de sus muslos antes de suspirar.

—Pero tengo miedo, Jen. Verte a ti, te ves tan bien, pero hay mucha historia detrás de lo que tienes ahora.— asentí estando de acuerdo con lo que ella dijo.

—Puede ser diferente, Rosé. Tú y yo no somos la misma persona—asintió dándome la razón—. ¿Tus exámenes...?

—Parece estar todo bien. No se lo he comentado a Jisoo, es más, no hemos hablado del tema para nada. Solo estamos viviendo con lo que tenemos.

Mamás  •JLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora