El frío golpeaba contra su cara, se había puesto un gorro y abrochado la chaqueta lo máximo que podía, cubriendo su boca. En aquel parque siempre hacía frío. No quedaba muy lejos de su casa, una calle más abajo. Era un parque en el que nadie recordaba haber visto niños jugar en él, nunca. Curioso, pues los parques servían para eso, claro que colocar un parque en un lugar como ese tal vez no hubiera sido una muy buena idea. A pesar de haber bancos, Felix decidió quedarse de pie bajo aquella farola de luz tenue y escasa. Eran las doce y era extraño que Ed no hubiera llegado todavía, cuando gracias a su ansiedad, muchas veces llegaba incluso una hora antes para probar suerte y ver si el peliazul ya estaría esperando ahí.
A lo lejos vio una sombra con una chaqueta larga que se acercaba. Se quedó de pie esperando. Reconocía esa figura. Y a medida que fue acercándose acabó por reconocerla del todo. El pelirrojo se acercaba a él con aquellos ojos azules mirándolo mientras venía.Y cuando estuvo delante, el peliazul se apartó levemente el cuello de la chaqueta para que lo escuchara hablar.
—¿Traes el dinero? —preguntó, y el pelirrojo metió la mano en aquella chaqueta larga de color negro, sacando de ésta unos billetes. Felix metió la mano en su chaqueta de cuero y agarró aquella bolsita. —Aquí tienes. —dijo, intercambiándolo por el dinero. Aquellas pequeñas bolsitas que solía venderle eran su perdición en muchos sentidos. Eran la única manera que tenía Ed Lambert para sentir que era capaz de flotar en una nube. Nadie sabía muy bien por qué empezó, cuando su vida era perfecta. Dinero, una familia encantadora, un hogar grande y acogedor... No tenía ningún motivo visible para empezar a consumir drogas, sin embargo había empezado, y ahora no podía parar de hacerlo.
Felix no sentía ningún tipo de remordimiento al vender aquellas bolsitas, se repetía constantemente que la culpa era del cliente, no del camello. Él no tenía la culpa de que se drogara. De todos modos, o se la vendía él u otro camello. Como si hubiera pocos por aquella zona. Volvió a andar rumbo a su casa mientras contaba el dinero. La misma cantidad de siempre, claro que necesitaba más para pagar el alquiler. Aunque viviera en un lugar lleno de mierda que se deshacía a pedazos, el maldito lugar no era barato aunque fuera el más económico que había encontrado.
En su andar, el móvil vibró dentro del bolsillo de sus pantalones estrechos. Lo ponía en silencio cada vez que iba a vender droga, por si a caso era perseguido y un llamante inoportuno decidía llamar, en un mal momento. No quería arriesgarse, no.
—Diga. —respondió. Sabía de quién se trataba, gracias a que el número estaba registrado en su lista de contactos.
—Bokkie, ¿hoy te vienes? —Austin estaba en todos los negocios ilegales que existieran, o al menos, que él conociera. Iba desde drogas hasta venta ilegal de esclavos y demás. De hecho, era su jefe y amigo, y lo conocía desde mucho antes de que estuviera metido de mierda hasta el cuello. Él le proporcionaba las drogas y el dinero, siempre, claro que últimamente escaseaba. Normalmente, cuando escaseaba, después llovía a montones. Felix hizo una mueca.
—Estoy cansado hoy, Austin. —respondió. Lo bueno de ser el mejor amigo de Austin, era que no pasaba nada si no trabajaba, de hecho, no suponía ningún tipo de problema.
—Bueno, cuando quieras dinero fácil me llamas, nene. —dijo, con el mismo tono pícaro de siempre.
—Claro, Austin, ya sé a quién recurrir. —dijo, y finalizó la llamada. Austin era su mejor y único amigo, la primera persona que entró en su círculo de amigos y la única que se quedó. Conoció a Austin gracias a su padre, quien ahora estaba en la cárcel por asesinato. A diferencia de su padre, Felix era un asesino discreto y con contactos, como Austin, quien estaba arriba de la pirámide. De hecho, gracias a él estaba más protegido, claro que se había ganado su propio renombre. Desconocía las historias que iban rondando por ahí a cerca de él, y tampoco le importaba mientras eso los mantuviera alejados.
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Lee Yong Bok | Lixjin/Hyunlix
Fanfiction[Autora: Sandra M.P.] [NO COPYRIGHT 2015.] [SMUT] [+18] [Historia adaptada a versión Hyunlix.] Hwang Hyunjin nunca fue un chico popular, siempre uno de aquellos objeto de éstos. Unos padres que no tenían tiempo para él y una vida solitaria. Acostumb...