༺~ [Capitulo Quince] ~༻

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En las calles del distrito 13 se encuentra la Torre Helsinki ahí reside una para nada ordinaria chica, en su habitación llena de libros, álbumes de fotos regados por el suelo se encuentra la chica escribiendo y leyendo muy concentrada desde su escritorio, su largo cabello azabache con tonos morados se encuentra suelto dejando que el viento que entra desde el balcón los mueva para todos lados, sus ojos de azul oscuro se mueven en todas la direcciones en las que se encuentren letras mientras busca algo en específico, sus lentes de marco redondos se encuentran arriba en su cabeza mientras reflejan la poca luz que entra a la habitación.

¿De quién estamos hablando? Pues ni más ni menos que Socqueline Wang, una chica de diecisiete años la cual hace no mucho le fue entregada la tarea de ser la próxima protectora de los Miraculous y trabajar mano a mano con el guardián de dichas joyas.

(•••)

"¿Dónde está, dónde está, dónde está?"

— ¡Dónde está!

Gritó al aire y me golpeó con la agenda, doy un suspiro largo y retomo la lectura.

<<— ¡Quien está lista para sabiduría Kwami!

Wayzz hace su aparición y se queda volando a mi lado mientras yo sigo concentrada buscando ese escrito.

<<— ¿Que sucede?

La pequeña tortuguita vuela hasta posarse a la altura de mis ojos viéndome fijamente.

— Hola Wayzz perdón por no hacerte caso, pero enserio necesito encontrar algo.

Vuelvo a mi trabajo.

<<— ¿Algo que escribiste en la agenda? ¿Un recuerdo? ¿Una contraseña? ¡Ya se, la receta secreta de una super ensalada de lechuga!

Con sus patitas hace ademanes de agrandar algo mientras se eleva centímetros de su posición original.

Atino a reír y negar con la cabeza para dejar mi lapicero a un lado y cerrar la dichosa agenda.

— Rico, pero no; lo que busco es el nombre del chico misterioso que va a venir a arruinar mis planes... Y amenazar mi vida.

Wayzz atina a mover su cabeza con fundido.

— Cuando viaje hacia mi alma y charle con mi otra yo, la cual estuvo más tiempo consiente de este cuerpo que yo mientras estuve desmayada. Me dijo sobre un chico que es lo opuesto a todos mis planes de pasar esta etapa de mi vida en completa paz, o sea sin akumas, dramas juveniles exagerados y niños con trajes de látex.

Subo mis pies a la silla y empiezo a girar arriba de está.

— El problema es que ella solo me dijo que yo había anotado su nombre en mi agenda ¡Pero no recuerdo nada aún!

Jalo un poco de mis cabellos exasperada.

<<— ¿Enserio es tan importante saber su nombre?

— Por ese chico le tengo odio a un color hasta el grado que me repugna.

<<— Entonces si es importante.

— Pero en todo lo que llevo de la mañana no he encontrado nada.

Me levanto y agarro el tazón de cereales vacío y empiezo a caminar hasta el comedor seguida del Kwami.

<<— ¿Toda la mañana? ¿Acaso no has asistido a la secundaria?

Me encara con sus ojos acusadores.

— Calma el tren amiguito. Mis padres salieron a una cita de su nove-no sé qué, y el Lycée Claude Monet se encuentra en una revisión anual para prevenir grietas, fugas y cosas así. Son unas mini vacaciones.

De reencarnaciones, guardianes y otros problemas. Por Socqueline WangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora