༺Capitulo cinco.༻

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Después de la breve reunión con Madame Selenne no volví a tocar el portafolio, lo guarde junto con los trofeos de esgrima y las pocas revistas de Adrien Agreste que me he encargado de tirar poco a poco.

Sin darme cuenta los días se fueron volando y la hora de inscribirme en el Lycée Claude Monet llegó, lo que significa tener que salir de mi lugar seguro, de nuevo.

Armándome de fuerzas llegué al establecimiento junto con la señora Wang mientras mis piernas temblaban.

Tal vez sea una adulta en mi mente, pero jamás aprendí a socializar bien, las cosas nuevas me aterran más que nada y es mucho peor si hay personas implicadas.

Después de unos cuantos papeleos unas chicas de un grado mayor nos dirigieron a mis futuros compañeros y a mí a un tour por todo el edificio mientras nos enseñaban dónde tendríamos algunas clases.

Mientras anotaba las direcciones de las clases en mi celular vi por el rabillo del ojo una masa azul y negra caminando un metro de mí. Desentonaba con los colores oscuros y cafés de los cabellos de mis compañeros así que decidí ver quién era.

No imaginé que sería el mismísimo Luka Couffaine.

"¡LUKA! ¡ES LUKA!"

Talvez haya tenido un pequeño gusto culposo en mi adolescencia, pero al ver a Luka en escena me resultó un personaje muy interesante y muy maduro para su edad; en ese tiempo me gustaban los chicos que sabían razonar y estar al pendiente de su entorno, claro que nunca pasó de un pequeño gusto.

Iba a armarme de valor y saludarlo cuando recordé una cosa, Socqueline jamás tuvo una interacción vista en pantalla con Luka, no sabía si ya habían interactuado o si eran conocidos o si se odiaban.

"Cosa que no creo"

Por lo tanto, decidí que me quedaría al margen viéndolo desde lejos estando yo en un lugar a salvo de la trama.

— Este es el laboratorio, aquí se realizan varios experimentos derivados de las ciencias. Por precaución al fondo del salón hay un botón rojo que activa los extintores en caso de emergencia...—

Creo que debo anotar esto por si acaso...

Después de ese día no volví a ver a Luka ni a su extravagante color de cabello, me entristecía, pero debía recordar que era por el bien de la trama

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Después de ese día no volví a ver a Luka ni a su extravagante color de cabello, me entristecía, pero debía recordar que era por el bien de la trama.

Estoy, aunque no quiera, estrechamente vinculada con Marinette, si entabló una amistad con el obviamente conocería a Marinette antes de tiempo y la línea de la historia se vendría abajo.

Tengo miedo de cambiar algo y que se salga de mis manos; vamos, que no tengo poderes mágicos, mis únicos dones aquí son saber pelear y gimnasia, nada de eso serviría para luchar contra akumas que convierten a personas en estatuas de hielo, seres de piedra o zombies amorosos.

De reencarnaciones, guardianes y otros problemas. Por Socqueline WangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora