༺Capitulo once.༻

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Estaba en la sala de estar leyendo un libro de historia que había prestado de la biblioteca de la preparatoria, era bonito leer como los antiguos parisinos salían de la etapa oscura y le daban la entrada al teatro isabelino.

— Hola hija, ¿Qué haces?

Dalai se acercó a mi depositando su maletín en la mesa.

— Leyendo sobre historia, es muy interesante.

Le di una sonrisa y proseguí a leer.

— ¿Sabes? Ahora que mencionaste eso de historia, ¿Sabías que en el museo de Louvre hay pinturas sobre nuestros antepasados?

Cerré el libro con fuerza y lo vi directo a los ojos.

— ¿¡Es enserio!? ¡Debemos ir allí! — Veo como deja su Tablet después de trabajar un tiempo en ella sobre la mesa.

— ¿Enserio quieres ir conmigo?

— ¡Pues claro!

Veo como mamá baja con una caja de cartón con el emblema de su tienda.

— ¿Por qué no tienen un día de padre e hija? Será divertido — Nos sonríe mientras deja la caja en la puerta y vuelve a subir seguramente a buscar otra.

Dalai y yo nos miramos y asentimos para partir rápidamente.

Una de las cosas que me gustaron de esta vida y e decir que la mejor hasta el momento fue la falta de problemas con el dinero, claro no somos de clase alta pero tampoco debemos preocuparnos por llegar a fin de mes como en mi anterior vida, tal vez por qué París es país desarrollado o porque esto en un principio fue una serie para niños, quien sabe.

Al llegar no paraba de dar saltitos viendo todas las obras de arte que estaban en exhibición.

"¿Quién no estaría feliz de estar en el mismo lugar que grandes pinturas como la Mona Lisa?"

— Vaya, ¿Hace cuánto que no hacemos algo juntos?

Me mira y yo solo subo los hombros.

En ese momento el señor pichón hace su entrada con su típica frase, saco mi teléfono y empezó a grabar la paliza que le van a dar.

"Quien lo diría, hace años veía estás pelea por una pantalla y ahora estoy viendo las escenas en carne y hueso mientras las grabo"

Cuando todo termina subo el video a la red social con Hashtag un poco graciosos.

Cuando la alerta akuma termina veo como Ladybug y Chat Noir se llevan al señor Ramier a otro lugar.

Dalai me guía hasta el salón de artefactos tibetanos.

— Algunos de nuestros ancestros venían del Tíbet, hasta que una gran catástrofe los hizo mover a otra parte de china, aunque nunca perdieron sus costumbres.

Empieza a explicar mientras me muestra una pintura de varios monjes tibetanos los cuales están posando de forma extraña.

— Es asombroso. Dicen que ellos tienen un estilo diferente de pelea ¿Será cierto? — Pregunto mientras intento comprender como es que lograron hacer esa maroma y el tiempo que se llevaron en hacer la pintura.

— Pues esos son los monjes shaolin...— Me guía hacia una foto donde se ve a un monje golpeando el aire con su pie y otro sosteniendo un Bo.

— Lo que ellos practican es el Kung Fu Shaolin, una tradición muy respetada en china, aquellos que quieran graduarse como maestros deberán pasarla. También se dice que los monjes Shaolin son considerados como los guerreros más comprometidos.

De reencarnaciones, guardianes y otros problemas. Por Socqueline WangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora