༺Capitulo dos.༻

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"El comienzo de una nueva vida"

Después de mi casi ataque de pánico, los señores que se hacen llamar "mis padres" entraron a la habitación para despedirse, ya que las visitas familiares habían terminado.

Pasaron dos días de la misma rutina: me despertaban temprano para hacer unos ejercicios de respiración, desayunaba, los señores Wang venían y me contaban algunas anécdotas. Después se iban, hacía ejercicios de memoria, veía televisión, almorzaba, los señores regresaban con algún postre, las enfermeras me hacían chequeos, cenaba y finalmente me iba a dormir.

Aunque solo fueron dos días, ya empezaba a cansarme de estar encerrada. Siempre he sido alguien que necesita aire libre, y estar confinada en una habitación, moviéndome apenas unos metros, se volvió una tortura.

Finalmente, el doctor me dio el alta, y al fin pude salir de ese lugar que olía a fármacos, productos de limpieza y una pizca de desesperación.

En el trayecto a casa, el señor Wang me relató cómo había terminado en el hospital: al parecer, intenté salvar a un niño de caer al río Sena, llevándome yo la peor parte.

Mi mente se quedó atascada en una sola frase.
"¿Río Sena? ¡RÍO SENA!"

Mientras procesaba lo que había escuchado, un rayo de luz matutina se filtró por la ventana del auto, y de pronto una gran sombra cubrió mi vista. Al levantar la mirada, la majestuosa torre Eiffel apareció en mi periferia. Su imagen era casi idéntica a la de los panfletos que solía coleccionar en mi anterior vida.

"Mis esperanzas se hicieron realidad. Estoy en París."

—Sé que sientes el deber de proteger a todos, Socqueline, pero a veces tienes que pensar dos veces antes de actuar. ¿Y si, en vez de salvarlo, el niño y tú hubieran caído al agua? Sé que tienes ese sentimiento de responsabilidad, pero hay formas de ayudar sin ponerte en peligro. Piensa en eso la próxima vez, ¿de acuerdo? —dijo el señor Wang, mirándome por el retrovisor.

Asentí en silencio. Al parecer, la chica cuyo cuerpo habito tenía complejo de superhéroe.

Al llegar al edificio, noté un cartel que decía "Torre Helsinki, Les Olympiades, Distrito 13". Era una de las ocho torres residenciales dedicadas a ciudades que han sido sedes de los Juegos Olímpicos.

Mientras subíamos por el ascensor, la señora Wang sacó una nota del bolso y me la entregó.
—Solo por si acaso.

Miré el papel:
"Torre Helsinki, Les Olympiades, Distrito 13, Apartamento 128."

Finalmente llegamos. El departamento era amplio, de dos plantas, algo que jamás pude costear en mi vida pasada. Me acerqué a una gran ventana con vista al distrito. Era como una postal en movimiento: gente paseando, corriendo, charlando.

"Esto no se parece a nada que haya conocido."

Los señores Wang me dejaron explorar el lugar y, tras una breve pausa, me llevaron a una habitación cuya puerta destacaba por su diseño. Era de un rojo oscuro con decoraciones victorianas.

—¿Esta es mi habitación? —pregunté con cierto recelo.

—¿Escuchaste, Dalai? ¡Está recordando! —exclamó la señora Wang emocionada.

Encendieron la luz y me dejaron entrar mientras daban la indicación de que iban a estar en la sala de estar. La habitación era... increíble. Decorada en tonos café, morado y negro, tenía un aire elegante y clásico. Había trofeos de taekwondo en un estante y un póster autografiado de Mélanie de Jesus dos Santos, la gimnasta francesa.

"Esto es casi igual que en mi vida anterior. Qué raro... jamás imaginé ver un póster de ella, y menos autografiado."

Mientras inspeccionaba el escritorio, noté una pila de revistas. Una en particular llamó mi atención: en la portada estaba Adrien Agreste, el personaje de una serie animada que veía cuando era niña.

"¿¡Adrien Agreste!? No puede ser. Él no es real... ¿o sí?"

De pronto, mi cabeza comenzó a palpitar. El mundo a mi alrededor parecía balancearse como si estuviera en un barco a la deriva. Con pasos torpes, me dirigí a la cama. La última imagen que vi antes de desplomarme fue el techo victoriano de la habitación.

Negro absoluto.

De reencarnaciones, guardianes y otros problemas. Por Socqueline WangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora